Primer ministro de Turquía prepara ajuste de cuentas contra sus adversarios

Recep Tayyip Erdogan mantiene un discurso agresivo contra la oposición

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Estambul. AFP. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan , prometió ajustar cuentas con sus enemigos tras lograr una amplia victoria en las elecciones municipales del domingo, lo que augura nuevas tensiones en un país dividido por los escándalos y las polémicas.

Quienes esperaban un mensaje de paz, se equivocaron. Apenas conocidos los resultados electorales, Erdogan retomó su retórica agresiva de campaña contra la oposición y en particular contra los “traidores” de la organización del imán Fethullah Gülen, la cual prometió “eliminar”.

“Iremos a buscarlos hasta en sus escondites”, prometió ante miles de partidarios reunidos delante de la sede de su partido, Justicia y Desarrollo (AKP), en Ankara. “Pagarán el precio”.

Acusado desde hace semana de corrupción, salpicado por la publicación en las redes sociales de escuchas telefónicas comprometedoras, Erdogan ganó con amplia ventaja el “referéndum” que suponía a sus ojos los comicios del domingo.

Los candidatos de su partido lograron el 45,5% de los votos, muy por delante de su principal opositor, el Partido Republicano del Pueblo (CHP). El AKP incluso logró un golpe doble al conservar las dos mayores ciudades del país, Estambul y Ankara, la capital.

El partido de Erdogan, que ha ganado todas las elecciones desde 2002, había conseguido el 38,8% en las elecciones locales de 2009 y casi el 50% en las legislativas de 2011.

Poder intacto. A un año del fin de su tercero y último mandato como jefe del Gobierno, este éxito electoral confirma su poder a la cabeza del país euroasiático.

Su gran victoria podría convencerlo de presentarse a la Presidencia en las elecciones de agosto, disputada por primera vez al sufragio universal directo. Pero también podría optar por seguir con su carrera de primer ministro en las legislativas del 2015, modificando para ello los estatutos de su partido.

“Ganador de las elecciones (municipales), se presentará probablemente a las presidenciales”, pronosticó el politólogo Soner Cagaptay, del Washington Institute, quien advirtió de que Erdogan “enfadará a los liberales, los ‘gulenistas’ y la oposición laica”.

Tras 12 años de poder en Turquía, el primer ministro sigue siendo el personaje más carismático del país y también el más controvertido. Aclamado por aquellos que ven en él el artífice del despegue económico del país, otros lo consideran un “dictador” islámico.

Erdogan sufrió una primera alerta en junio del 2013, cuando millones de turcos exigieron su dimisión en las calles. Desde hace tres meses, está de nuevo amenazado por un escándalo de corrupción .

En respuesta, el gobierno de Erdogan ha multiplicado en los últimos meses las medidas autoritarias. El bloqueo de las redes sociales Twitter y YouTube le han valido una avalancha de críticas, en Turquía y en el exterior.

En tal contexto, su candidatura presidencial podría reforzar las tensiones en un país muy dividido.

“Erdogan se sentirá ahora invencible”, dijo Brent Sasley, de la Universidad de Texas. “Probablemente tratará de tomar revancha contra los que, a su juicio, han querido lastimarlo y hacerlo caer”.

“El tono de su discurso (el domingo) sugiere que Erdogan no va a abandonar su estrategia de confrontación y es muy probable que este ambiente político muy eléctrico se mantenga hasta agosto”, estimó el economista Deniz Cicek, de la Finansbank de Estambul.