Podemos presiona a socialistas para formar gobierno en España

Socialistas están divididos entre quienes apoyan alianza con la izquierda y los que prefieren una con Ciudadanos

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Madrid

Podemos presiona a los socialistas españoles para formar gobierno, al tiempo que muestra su desconfianza sobre las intenciones de sus potenciales socios, agravando una incertidumbre que empieza a sembrar la impaciencia en círculos económicos.

"No hay tiempo que perder", insistió este lunes en El País el jefe de este partido de izquierda radical, Pablo Iglesias, un mes después de las legislativas.

Llamó al líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, a mostrarse "a la altura", aprovechando la oportunidad "histórica" para formar un gobierno del cambio tras la sorpresiva decisión del jefe del ejecutivo conservador saliente, Mariano Rajoy, el viernes, de no presentarse por ahora a la investidura.

El Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy logró la mayor votación en las elecciones generales del 20 de diciembre, pero con solo el 28,7% de los sufragios, lo que no es suficiente para lograr la investidura en el Parlamento.

El PP no tiene aliados ya que Ciudadanos (centro liberal) rechaza apoyarlo, reprochándole los numerosos escándalos de corrupción que empañaron su mandato.

Propuesta mal recibida. Pablo Iglesias habló en la tarde del domingo con Pedro Sánchez, al que propuso el viernes dirigir un gobierno del que él sería vicepresidente y en el cual su partido tendría ministerios clave.

La proposición, anunciada a la prensa sin que Sánchez hubiese sido advertido y presentada como un favor al PSOE, tras cosechar "el peor resultado electoral de su historia", fue percibida como un insulto por numerosos socialistas. El partido calificó la maniobra de "chantaje".

Aunque, según el comunicado conjunto, la conversación entre Sánchez e Iglesias fue "cordial", el líder socialista aprovechó la ocasión para decirle a Iglesias que hay que ponerse de acuerdo sobre el programa antes de repartir ministerios. Y este lunes, algunos socialistas insistían sobre el hecho de que su partido piensa hablar no solo con Podemos, sino también con Ciudadanos.

Alarde de fuerza. Pablo Iglesias mantuvo la presión este lunes recordando que los votos recibidos por su partido asociados a los de sus aliados ecocomunistas son más numerosos que los del PSOE: seis millones frente a cinco.

"Es importante que nos pongamos a trabajar ya en un gobierno de progreso y un gobierno de cambio", insistió en la radioemisora Cadena SER, afirmando que quiere evitar que los socialistas se encierren "en el búnker con PP y Ciudadanos", ya que el PSOE "en estos momentos estaría dispuesto a poner su firma en cualquier papel" para alcanzar el poder.

La presencia de Podemos "es la única garantía de que el Partido Socialista va hacer que las cosas que dice", añadió.

E insistió en que las negociaciones se hagan con transparencia para evitar "la traición, las filtraciones falsas y el doble juego".

"Nunca lideraré un gobierno basado en las desconfianza", respondió Sánchez en su cuenta de Twitter, mientras que César Luena, uno de sus lugartenientes, insistió en que "no vamos a formar gobierno a cualquier precio".

Los españoles preferirían que llegaran a un acuerdo más que volver a tener que acudir a las urnas, según dos sondeos publicados por la Cadena SER y el rotativo conservador ABC. Ambos auguran que unas nuevas elecciones no cambiaría la relación de fuerzas.

El sondeo de SER ilustra, sobre todo, la división entre los electores socialistas, parecida a la de los dirigentes del PSOE, y el riesgo de implosión que pende sobre esta formación socialdemócrata: un 36% estarían a favor de una alianza con Ciudadanos y un 34% prefieren un gobierno con Podemos y sus aliados.

Los acontecimientos podrían acelerarse en los próximos días, después que este lunes el rey Felipe VI inicie una segunda ronda de consultas para designar un nuevo candidato a la investidura.

Mientras, los círculos empresariales y financiero se impacientan.

Así, el rotativo El Mundo lleva en su primera este lunes una entrevista con el presidente del segundo banco español, el BBVA, Francisco González, que empieza a notar "una paralización progresiva de toma de decisiones en materia de inversiones".

"Las dificultades para formar gobierno podrían desacelerar las reformas y provocar una pérdida de confianza", afirma también El País, citando un próximo informe de la Comisión Europea.