Luto en la minería española por la muerte de seis trabajadores

Los seis murieron el lunes asfixiados por un escape de metano en una mina de Santa Lucía, en la provincia de León, sumiendo a esta pequeña localidad de 3.000 habitantes en la consternación y la tristeza.

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La minería española está este martes de luto tras la muerte de seis trabajadores, uno de los cuales estaba a punto de jubilarse y otro acababa de ser padre, en un pozo del norte del país, en un duro golpe para un sector en crisis.

Los seis murieron el lunes asfixiados por un escape de metano en una mina de Santa Lucía, en la provincia de León, sumiendo a esta pequeña localidad de 3.000 habitantes en la consternación y la tristeza.

Otros cinco trabajadores más resultaron heridos y fueron trasladados al hospital de León, a unos 40 km, donde están "estables", dijo este martes a la AFP Francisco Castañón, el alcalde de Pola de Gordón, el municipio al que pertenece Santa Lucía.

Tuvo lugar una concentración ante el ayuntamiento de Pola por los mineros fallecidos, en el accidente más grave desde 1995 cuando murieron 14 trabajadores por una explosión de grisú en una mina de Mieres, en la región de Asturias (norte).

El gobierno regional de Castilla y León decretó tres días de luto oficial y los sindicatos Comisiones Obreras y UGT llamaron a una huelga de 48 horas en protesta por el accidente.

"La gente está desolada, triste, abatida y es durísimo el ver que tus amigos, tus compañeros, pues no están en la calle ahora", dijo Castañón.

"Ellos ni se enteraron", dice Jesús González, un compañero de los mineros fallecidos que también estaba trabajando en otra galería del pozo Emilio del Valle, de 694 metros de profundidad, cuando ocurrió la tragedia.

González, que lleva cinco años trabajando en la mina, explica que hubo una fuga de metano "y el metano empuja el oxígeno de la explotación y allí no queda oxígeno en 200 o 300 metros a la redonda", por lo que "inhalaron esa cantidad de metano y así cayeron".

Este joven, de 30 años, recuerda que estaba a punto de comer cuando vio que todo el mundo salía corriendo hacia el lugar del accidente y luego ayudó a sacar camillas con los fallecidos.

"Ellos salían dormidos, no tenían ni un rasguño. Fue una asfixia fulminante", recuerda por teléfono, a través del cual se nota la emoción en su voz.

El informe preliminar de la autopsia apunta en esa dirección al considerar como causa de la muerte "'una posible anoxia oxipriva, pendiente de determinar' (asfixia por ausencia de oxígeno)", según el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.

Lo peor es "que somos todos chavales, yo tengo 30, pero estos tenían 35, 36, 37... quitando el que ya tenía 45, los demás, chavales, padres, uno de ellos había vuelto hacía una semana de la baja de paternidad", recuerda González, señalando que "otros tienen hijos e hijas pequeños, porque con estas edades nadie tiene un hijo de 20 años".

El accidente ha supuesto un duro golpe para un sector en crisis, que va desapareciendo poco a poco.

En 2012, los mineros españoles hicieron huelga durante varios meses para protestar contra la reducción de ayudas públicas.

Las minas de carbón, que emplean a unas 30.000 personas directa e indirectamente, según los sindicatos, están en crisis desde hace 20 años, y destinadas a desaparecer en Europa, donde la Unión Europea ha decidido suprimir las ayudas públicas a las minas deficitarias de aquí a finales de 2018.

De 8.000 personas empleadas en 2012, el sector debería quedarse con 4.500 en 2018, según un acuerdo firmado en septiembre entre los sindicatos y el gobierno español.

En los 28 países de la UE, la producción de carbón se ha reducido mucho en los últimos 20 años. En 2010, ya sólo alcanzaba un tercio de su nivel de 1990, según Eurostat. Europa sigue, no obstante, importando carbón principalmente de Rusia y Colombia para satisfacer su consumo.