Roma
Italia anunció que el centro para refugiados de la isla mediterránea de Lampedusa quedará vacío este martes, tres días después de que inmigrantes magrebíes se cosieran la boca en Roma para denunciar sus condiciones de detención.
"Antes del fin del día, el centro de Lampedusa quedará vacío (tras haberse ido de él) sus alrededor de 200 inmigrantes", declaró el viceministro del Interior Filippo Bubbico al diario Avvenire.
"Un primer grupo de cien refugiados está saliendo del centro y habrá de trasladarse en avión a Palermo, Sicilia. Un segundo grupo saldrá por la tarde con un nuevo vuelo especial", confirmó Khalid Chaouki, diputado de la principal formación de izquierda italiana, el Partido Demócrata, según la prensa.
Chaouki, quien es de origen marroquí, se "encerró simbólicamente" el domingo en el centro de Lampedusa, que estaba repleto, y afirmó que se quedaría allí hasta que se trasladara a los migrantes, algunos de los cuales están desde hace meses en Lampedusa.
"Encontré lo que me temía: un lugar indigno cuyos techos se llueven", declaró.
El acto desesperado de nueve inmigrantes magrebíes que se cosieron la boca en la región de Roma el sábado en protesta por su detención en uno de los trece "centro de identificación y expulsión (CIE)" italianos, reavivó el debate sobre el tratamiento dado a los inmigrantes indocumentados en la península.
En el CIE de Ponte Galeria, cerca del aeropuerto romano de Fiumicino, cuatro tunecinos liderados por un imán se cosieron la boca, el sábado por la noche, y fueron imitados por cinco marroquíes.
Los detenidos rechazaron que les quitasen los hilos que unen sus labios, pero que no les impiden ingerir bebidas. Simultáneamente, mantienen una huelga de hambre.
El tratamiento brindado a los inmigrantes clandestinos en el CIE de la isla de Lampedusa, ya ha provocado una ola de indignación en toda Europa.
En 2002, se promulgó una ley que determina las cuotas anuales de inmigrantes que puede recibir Italia. En 2008, de acuerdo a ésta, se crearon los CIE, en los cuales los inmigrantes pueden pasar detenidos hasta 18 meses en pésimas condiciones, mientras los consulados de sus países de origen proceden a identificarlos o realizan otras verificaciones.