El griego George Akepsimidis vivió tres años en Costa Rica. Incluso aquí están sus tres hijos, pero la situación económica en su país le ha impedido visitarlos dese hace unos 10 años. Trabaja como guía turístico y reside en la capital, Atenas.
Akepsimidis, partidario del actual gobierno de Alexis Tsipras, relató a La Nación cómo viven los ciudadanos la actual coyuntura del país, luego de que Grecia entrara en un default (impago) con el FMI.
¿Cuáles miedos predominan entre los griegos?
Los que tienen mucho miedo son los pensionados, porque van al banco, no les dan todo el monto que deben pagarles, les dan 60 euros cada día, les pagan poco a poco y están muy enfadados con el Gobierno. Lo que me parece más mal es que en la televisión todos los canales están en contra del Gobierno, hablan muy mal, dicen que será una catástrofe; la cosa está mal porque si no funcionan los bancos, no se puede mover dinero, entonces el comercio está sin moverse.
¿Cómo siente el ambiente en la capital, Atenas?
La gente está preocupada, pero en calma, no hacen locuras. Lo que pasa es que se veía desde hace tiempo que algo iba a pasar con los bancos, y la gente ha retirado el dinero. Quedaron pocos que no tenían tarjetas, por ejemplo, para retirar el dinero. De momento no hay problema.
¿Qué pasa con el turismo?
Creo que todos los países avisan a los que van a viajar que hay problemas, que lleven dinero. Sin embargo, las tarjetas de crédito de bancos extranjeros funcionan. El primer día hubo pánico, pero ya funcionan los cajeros y los turistas pueden retirar dinero.
¿El comercio está deprimido?
Sí, claro. Los grandes centros de diversión están cerrados por la noche. La gente no va. Por lo demás, los cafés funcionan, en el centro hay vida. Por el momento la situación está relativamente bien, porque la gente tuvo tiempo de retirar dinero. No fue de repente, de golpe. Entonces la gente tiene cómo moverse.
¿Qué se dice en la calle?
A la gente le preocupa el comercio. Pero el Gobierno está dando gratis el transporte público, la gente se mueve gratis. También las personas compran mucha comida para tener en casa.
¿Cómo ha sido la comunicación del Gobierno?
Ha sido sencilla. El lunes (29 de junio) nos dijeron que no iban a pagar la deuda y ya luego no hablaron tanto. Los diputados reaccionaron y dijeron a la gente que no tuvieran miedo. La oposición, en cambio, ha sido muy dura, salen todos los días y a toda hora en la televisión.
¿Cómo ha cambiado la calidad de vida en la última década?
Antes se vivía muy bien acá. No había problemas con la seguridad. Luego los gobiernos que vinieron eran muy corruptos. Los problemas empezaron después del 2010, o sea, que llevamos poco más de cuatro años. Desde entonces hay menos trabajo.