París. AFP. El presidente socialista francés, François Hollande, muy impopular según los actuales sondeos , anunció este miércoles una remodelación de su gabinete, en la que destacó el nombramiento de su ex primer ministro, Jean Marc Ayrault, a la cabeza de la cartera de Relaciones Exteriores, un cambio con miras a las elecciones presidenciales del 2017.
Jean Marc Ayrault sucede a Laurent Fabius, quien fue nombrado presidente del Consejo Constitucional. Ayrault, de 66 años, fue primer ministro entre el 2012 y el 2014.
La salida de Fabius, anunciada el miércoles, fue el primer cambio de una remodelación que Hollande preparaba desde hace varios meses.
El jefe del Estado, con unos índices muy bajos de popularidad y criticado dentro de su propio campo sobre sus medidas económicas y de seguridad, necesita un impulso si quiere presentarse de nuevo en el 2017.
Con el fin de ampliar su base política, con esta reforma de su gabinete, Hollande trajo de vuelta al Gobierno a los ecologistas, que habían salido en el 2014, cuando Manuel Valls asumió como primer ministro.
Valls, considerado un liberal, ha sido criticado por el sector más a la izquierda de su partido por sus medidas a favor de las empresas, pero también por su mano dura tras los atentados del 2015.
Sin embargo, la número uno del Partido Ecologista Verde (EELV), Emmanuelle Cosse, aceptó volver al Gobierno y fue nombrada ministra de Vivienda. Los parlamentarios disidentes del Partido, Bárbara Pompili y Jean Vincent Placé, fueron nombrados secretarios de Estado.
El presidente tiene que “ampliar su base política a cualquier precio” con miras al 2017, manifestó una fuente cercana poco antes del anuncio.
“No va a poder abordar la (elección) presidencial sin una familia socialista unida detrás del candidato y sin los ecologistas”, estimó el informante.
Luego de una remontada espectacular después de los atentados terroristas de noviembre , Hollande ha vuelto a caer en los sondeos y, según cifras publicadas esta semana, casi el 75% de los franceses consideran que su reelección “no es deseable”.
Las reformas propuestas por Hollande después de los atentados muestran la precaria situación del Gobierno.
Símbolo de la desunión, la Asamblea Nacional aprobó el miércoles por la mínima un proyecto de reforma constitucional que incluye retirar la nacionalidad a los franceses condenados por terrorismo.
A favor del texto, aprobado con votos de derecha, votaron 165 de los 287 diputados de izquierda.
Tampoco es seguro que la revisión constitucional sea finalmente adoptada a pesar de que Hollande quería convertirla en símbolo de la lucha antiterrorista.
El presidente también se enfrenta a la presión de algunos sectores para organizar primarias conjuntas de todos los partidos de izquierda, una perspectiva que se complica con el anuncio, esta semana, de Jean Luc Mélenchon, del Partido de Izquierda, de su candidatura para el 2017.
“No creo que facilite las cosas para la izquierda y los ecologistas”, dijo el portavoz del gobierno, Stéphane Le Foll.
La excompañera del presidente François Hollande , la ministra de Ecología Ségolène Royal, número tres del gobierno, se mantendrá en su cargo, al igual que el ministro de Defensa, Jean Yves Le Drian.