París. AFP. Los autores de los atentados que mataron a 17 personas en París la semana pasada, pese a que reivindicaron su afiliación a al-Qaeda y al Estado Islámico (EI), actuaron probablemente de manera autónoma y decidieron solos sus blancos, estimaron ayer expertos.
Obedecieron a las consignas emitidas desde hace años por el movimiento yihadista global de “pasen a la acción, cada cual decide cómo, y nosotros después reivindicamos”.
Estas valoraciones se conocieron ayer cuando Francia ordenó del despliegue de 10.000 militares para proteger “puntos sensibles en todo el territorio a partir de mañana (hoy)”, informó el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian.
Según el primer ministro, Manuel Valls, hay unos 1.400 yihadistas franceses o residentes en Francia candidatos potenciales o que ya se sumaron a la yihad en Siria o Irak.
Añadió: “Y eso representa un gran aumento: había una treintena cuando me nombraron ministro del Interior (a mediados del 2012), y 1.400 actualmente”.
En respuesta a esta situación alarmante que parece desbordar las capacidades de los servicios de inteligencia, el ministro de Defensa anunció el lunes una “verdadera operación interior” con militares y destacó que "es la primera vez que hay una movilización de tal amplitud en nuestro territorio".
Llamado al ataque. Para un responsable de la lucha antiterrorista, “lo ocurrido es consecuencia de los llamamientos del Estado Islámico de pasar a la acción, de la expansión del Estado Islámico , tras los cuales algunos que se consideraban miembros de al-Qaeda quisieron hacerse ver”.
“Los hermanos Kouachi reivindicaron claramente ser miembros de Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA). En mi opinión, todo esto era muy confuso en sus mentes y no pienso que hayan obedecido a ninguna orden de ningún tipo”, agregó.
Por medio de videos, discursos y textos en Internet, al-Qaeda y sus organizaciones afiliadas y más recientemente el grupo Estado Islámico incitan a voluntarios en los países occidentales a “atacar a los impíos”.
En su revista digital en inglés Inspire , Al-Qaeda en la Península Arábiga , a la que afirmaron pertenecer los hermanos Kouachi, pregunta: “Y ustedes, lobos solitarios ¿qué están esperando?”
“Cuando viajó a Yemen, Cherif Kouachi seguramente conoció a Anwar al-Awlaki [un islamista norteamericano-yemenita] que sin duda le dio un poco de dinero para que preparara un blanco potencial en Europa, y luego los hermanos escogieron a [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150112_0016]]Charlie Hebdo[[END:INLINEREF]]”, estima Romain Caillet, experto en movimientos yihadistas, entrevistado por teléfono desde Beirut.
En su reivindicación en un video, Amedy Coulibaly declara, a propósito de los hermanos Kouachi: “Hacemos las cosas un poco juntos, un poco separados, para que tengan mayor impacto. Los ayudé en su proyecto dándoles algunos miles de euros para que puedan concretar lo que tenían que comprar”.
“Las relaciones entre EI y al- Qaeda son complicadas. En algunos lugares de Siria se pelean a muerte y en otros hacen operaciones comunes. Eso depende de las personas y de lo que está en juego a nivel local. En Francia, depende de los egos de cada cual”, dice Romain Caillet, experto en movimientos yihadistas.
Incitar a la creación de pequeñas células permite a al-Qaeda y al EI disponer de grupos difícilmente detectables, que no van a comunicarse ni recibir dinero ni instrucciones para evitar llamar la atención.
Es el caso de grupos familiares como el de los hermanos Kouachi en París o los hermanos Tsarnaïev en Boston que cometieron un atentado contra la maratón en abril del 2013 ( tres muertos).
“No todos aquellos que rinden pleitesía al Estado Islámico van a cometer atentados”, manifiesta Caillet.
“Ante todo son simpatizantes. Yo diría que hay como máximo unos 5.000 yihadistas en Francia, cuya gran mayoría no viajará a Siria ni cometerá atentados. Lo que hacen sobre todo es desahogarse en Internet. De esa cifra, algunos cientos de personas son capaces de pasar a la acción, en Siria o en Francia. Y de esos cientos, solo unas pocas decenas son realmente peligrosos”, asegura.
En un informe publicado este lunes, el grupo de reflexión neoyorquino Soufan Group estima que “la afiliación a un grupo específico fue substituida por la afiliación a una ideología”, alimentada por una táctica denominada de “manada de lobos” más adaptada a pequeñas acciones en grupos reducidos.