En España, Podemos procura conservar su base al tiempo que suaviza su programa

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Madrid

El partido antiliberal español Podemos, que pierde terreno en los sondeos, intenta acercarse del centro con un primer programa electoral destinado a las víctimas de la crisis en el que renuncia a sus propuestas más radicales, consideraban este miércoles los analistas.

Vestido con vaqueros y en mangas de camisa, su secretario general Pablo Iglesias lo presentó el martes por la noche en el anfiteatro del Círculo de Bellas Artes de Madrid: una batería de 215 medidas que incluye un "plan de rescate", no financiero como los que temen los europeos, sino "ciudadano".

A dos semanas de las elecciones municipales y regionales del 24 de mayo, el plan busca paliar las consecuencias más dolorosas de la política de austeridad realizada por el conservador Partido Popular (PP), en el poder desde finales del 2011: cese de los desahucios, supresión de la deuda de particulares, sanidad universal, inversiones en educación.

Podemos propone también un "nuevo modelo de producción", basado en una economía sostenible y solidaria, reindustrialización, investigación y desarrollo y medidas en materia de transparencia y lucha contra la corrupción.

En materia fiscal, prevé un aumento de impuestos a los ingresos superiores a 50.000 euros ($56.000), un impuesto de patrimonio cuando este supere los 400.000 euros y una armonización fiscal entre las 17 regiones de España.

Además, algunos servicios externalizados, como la lavandería de los hospitales, serán recuperados por la gestión pública.

El país necesita "cuentas públicas saneadas, pero la reducción del déficit público estará subordinada a la reducción del desempleo", resumió Nacho Alvárez, responsable de Economía de un partido en cuyo ADN está impresa la denuncia de las políticas de austeridad.

"Basta querer, basta hacerlo", agregó, defendiendo la viabilidad de una política basada en el estímulo de la demanda.

Sin embargo, según algunos analistas, el partido, nacido en enero del 2014, parece haber moderado sus posturas, especialmente al renunciar a su promesa de una renta universal para todos los ciudadanos.

"Es un claro giro socialdemócrata. Han abandonado todas sus medidas más inviables", considera Antonio Roldán Monès, economista especializado en el sur de Europa en el seno del Eurasia Group, un 'think tank' con sede en Londres.

Según este experto, una renta universal costaría a España cerca de 90.000 millones de euros anuales ($102.000 millones), un 10% de su producto interno bruto (PIB).

España, que retomó el crecimiento en el 2014, mantiene un déficit muy elevado, de 5,69% de su PIB.

El programa de Podemos "se parece al del Partido Socialista francés de François Mitterrand en los años 1980, lo mismo que hizo Felipe González (que gobernó España de 1982 a 1996), pero ahora las economías son mucho más abiertas", explica este experto.

En cuarto lugar, según los últimos sondeos, detrás del PP, los socialistas y el centrista Ciudadanos, Podemos presentó su programa tras su primera gran crisis interna, que se saldó con la salida de la dirección, el 30 de abril, del exasesor del difunto presidente venezolano Hugo Chávez, Juan Carlos Monedero, número tres e ideólogo del partido.

La crisis se centró precisamente en el fondo ideológico de su programa y Monedero, que contribuyó a su elaboración, defendía una línea "más cercana a la calle".

Consultada por la AFP sobre las cifras detrás de estas líneas maestras, una portavoz de Podemos precisó que se trata de un programa marco sin cálculos de momento.

"Esconde entre bambalinas asuntos tan vitales como la deuda de las comunidades autónomas o cómo financiar tan ambicioso plan", dijo la periodista Marisa Recuero desde las páginas del diario de centroderecha El Mundo.

Javier Ayuso, en El País, denunciaba también la ausencia de precisiones económicas, hablando de una "tormenta de ideas, con 215 propuestas de todo tipo y algunas contradicciones", destinadas a seducir a 'los indignados', la base del movimiento.

El programa aparece además en un momento en que Syriza, el partido griego aliado de Podemos, no consigue poner en marcha sus grandes promesas de campaña, en particular la renegociación de la deuda.

"Lo peor que puede hacer un país es perder su capacidad de tomar decisiones (...). Miren lo que está pasando en Grecia", no perdió la oportunidad de subraya,r el miércoles, el ministro español de Economía, Luis de Guindos.