El islam arranca rencillas en las filas del partido de Sarkozy

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París

El partido de derecha de Nicolás Sarkozy, recientemente rebautizado Los Republicanos, volvió a caer el jueves en las disputas internas en una primera reunión dedicada al sensible tema del islam en Francia.

Aunque la refundación del partido tenía por objetivo pasar página sobre las divisiones internas, el expresidente francés debió lidiar de nuevo con voces disidentes.

El encuentro, anunciado en febrero poco después de los atentados yihadistas en París como una "convención sobre el islam", tomó finalmente la forma de una simple "reunión de trabajo" a "puerta cerrada", dedicada a la segunda religión de Francia (con 5 millones musulmanes).

La nueva denominación para este encuentro no convenció a los escépticos ni calmó a las autoridades musulmanas, que temen la "estigmatización" en un país donde los actos antimusulmanes se han multiplicado desde enero.

"No deseo que se maltrate a mi partido, que los franceses se opongan entre ellos", dijo el jueves Rachida Dati, exministra de Sarkozy al diario Le Parisien.

"No haré una campaña sobre el burqa", añadió en alusión al debate sobre la prohibición del velo integral lanzado por Sarkozy, entonces presidente saliente y candidato presidencial, en las elecciones del 2012.

"Dejemos de concentrarnos en el fular", reclamó también Alain Juppé, principal rival de Sarkozy en las futuras primarias de Los Republicanos para las elecciones presidenciales de 2017. "No caigamos en el extremismo y en la estigmatización sistemática".

Otra probable candidata a las primarias, la vicepresidenta de Los Republicanos, Nathalie Kosciusko-Morizet, consideró como una "mala idea" que la nueva formación de oposición dedique sus primeros debates al islam, que "no es el único asunto" de relevancia.

Frente a los dirigentes de discurso moderado, representantes de una línea "liberal clásica" en el seno de la derecha, "Nicolás Sarkozy apuesta por una tendencia populista, por la angustia del asedio", consideró el sociólogo Raphaël Liogier.

Para Liogier, "Nicolás Sarkozy pesca en las aguas del Frente Nacional", el partido de extrema derecha de Marine Le Pen, pero "no le servirá, porque siempre se prefiere el original a la copia".

El gobierno socialista ve ese debate con "extrema preocupación", aseguró su portavoz, Stéphane Le Foll. "Una primera convención sobre el islam, a puerta cerrada... Me gustaría saber adónde quiere ir a parar ese partido que pretende ser republicano", afirmó.

"Coalición de grandes conciencias y de avestruces", contraatacó con ironía Henri Guaino, colaborador estrecho de Sarkozy , y uno de los organizadores del encuentro.

"Los temas que dividen, ¿no hay que hablar de ellos? Hablas de inmigración, eres xenófobo (...) hablas de islam, eres islamófobo", adujo.

Invitado a participar en la reunión, el Consejo Francés del Culto Musulmán declinó secamente la propuesta. "No podemos participar en una iniciativa que estigmatiza a los musulmanes", explicó el miércoles a la AFP Abdalá Zekri, miembro del consejo ejecutivo del CFCM, pese a lo cual, cuatro de sus miembros estaban presentes el jueves en la controvertida reunión.

Dalil Boubakeur, presidente del CFCM, se encontraba entre los asistentes. Al final "preferimos venir a decir lo que pensábamos", aseguró.