Derecha procura garantizar supervivencia del gobierno en Portugal

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Lisboa

La coalición de derecha en el poder en Portugal prevé firmar este sábado un acuerdo que garantice la supervivencia del gobierno, que aplica desde hace dos años una severa cura de austeridad exigida por los acreedores internacionales del país, pese al descontento social.

Luego de una semana agitada debido a la renuncia de dos ministros clave, los llamados pidiendo responsabilidad procedentes de Europa y el temor de los mercados financieros, el primer ministro, Pedro Passos Coelho, llegó el viernes a un "acuerdo político" con su socio en la coalición, Paulo Portas.

El resultado de las negociaciones realizadas durante 48 horas será precisado el sábado después de una reunión que tendrá lugar a las 17:00 GMT (11 a. m. en Costa Rica) en un gran hotel de Lisboa, entre la dirección del Partido Socialdemócrata (PSD, centroderecha) y la del CDS-PP, la organización democristiana del ministro de Relaciones Exteriores, quien también dimitió.

La decisión quedará entonces en manos del sector del presidente conservador Anibal Cavaco Silva, que dispone del poder de disolver el Parlamento y por lo tanto debe aprobar todo acuerdo de gobierno.

El jefe del Estado ya prevé consultar a los partidos representados en el Parlamento a partir del lunes, comenzando por los de extrema izquierda que, al igual que la oposición socialista, defienden la convocatoria a elecciones legislativas anticipadas.

La CGTP, la principal confederación sindical portuguesa, y sus movimientos ciudadanos, que se oponen a la política de austeridad aplicada bajo la tutela de la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), quieren presionar a Cavaco Silva y pedir la renuncia del gobierno. Para ello convocaron a manifestar el sábado a partir de las 14H00 GMT ante el Palacio Presidencial.

Por el momento, se espera la definición del nuevo acuerdo de coalición, que según la prensa local requerirá mantener a Portas en el gobierno, eventualmente con poderes reforzados en materia económica. Dicha coalición deberá tranquilizar a los dirigentes europeos sobre la determinación de Portugal de continuar sus esfuerzos en el marco del programa de reformas y de rigor negociado a cambio de un préstamo de 78.000 millones de euros.

Origen de la crisis. La crisis estalló con la renuncia de Portas el martes, un día después de la dimisión, también inesperada, del ministro de Finanzas Vitor Gaspar, el principal garante de la aplicación del plan de recuperación concebido en mayo de 2011.

Gaspar fue reemplazado por su brazo derecho, María Luis Albuquerque, una elección elogiada por varios dirigentes europeos y que demostró la voluntad del primer ministro de continuar en la misma vía, una alternativa rechazada por Portas, quien deseaba dar la prioridad a la recuperación económica.

La crisis política puso en evidencia los problemas de un país que tiene dificultades para frenar su endeudamiento a través de una cura de rigor criticada tanto por los sindicatos como por los empresarios, pues los cortes presupuestarios y los aumentos de impuestos sin precedentes provocaron una recesión más fuerte de lo previsto y un desempleo galopante.

Según una encuesta publicada el sábado por el semanario Expresso, realizada el jueves en plena tormenta política, 37,2% de las personas interrogadas dijeron ser favorables a la realización de elecciones anticipadas, contra 45,1% que estaban a favor del mantemiento de la coalición mayoritaria en el Parlamento o la instauración de un gobierno dirigido por el presidente.