Washington y Kiev. EFE y AP. La situación en Ucrania dio ayer un giro preocupante y más grave luego de la muerte de cinco milicianos prorrusos en una operación contra la ciudad de Slaviansk, en el sureste del país, controlada por paramilitares armados y cercada por tropas ucranianas.
Kiev lanzó la operación para tratar de acabar con cinco semanas de ocupación de edificios por parte de grupos que buscan repetir en esa ciudad lo sucedido en Crimea: la separación de Ucrania y la anexión a Rusia.
Como resultado de los enfrentamientos, hubo cinco “terroristas” muertos, informó el Ejército ucraniano.
En respuesta a esa acción, Rusia inició maniobras militares cerca de la frontera con su vecino.
Alta tensión. “Nos vemos obligados a reaccionar ante este desarrollo de la situación. A partir de hoy (jueves), iniciamos maniobras de batallones tácticos en las zonas fronterizas con Ucrania”, dijo el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu.
Aseguró que 11.000 soldados ucranianos, apoyados por la aviación, 160 tanques y más de 230 blindados de infantería, participan en la operación lanzada contra “poco más de 2.000 personas integradas en grupos de autodefensa en el sureste de Ucrania y armados con unos 100 fusiles”.
Militares ucranianos rodearon la rebelde Slaviansk y avanzaron con varias columnas de blindados hacia esa ciudad, a 120 kilómetros al norte de Donetsk. Ayer en la tarde no estaba claro si el Ejército ucraniano mantenía la operación o si la había suspendido.
La situación en Ucrania es “impredecible y explosiva”, aseguró en Washington el viceministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Danylo Lubkivsky, quien trató de presionar a la Casa Blanca para que adopte una actitud más beligerante con Rusia en esta crisis.
Dijo que su país es víctima del “ataque desvergonzado” de Rusia. “La situación se está deteriorando, es muy difícil, explosiva. Permítanme que les diga que la situación es impredecible”, reiteró.
Sanciones. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien está de visita en Japón, advirtió a Rusia de que hay nuevas sanciones económicas preparadas, y acusó a Moscú de no haber respetado el espíritu del acuerdo de Ginebra, suscrito la semana pasada por Rusia, Ucrania, Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
El acuerdo busca reducir las tensiones en el oriente de Ucrania, mediante el desarme de los grupos irregulares. Pero esto no se ha concretado. Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de violar el acuerdo.
“Hay algunas cosas que Estados Unidos puede hacer por sí solo, pero se necesita de un esfuerzo colectivo”, dijo Obama, quien dejó entrever la dificultad para conseguir consenso sobre un castigo más fuerte a Rusia, principal proveedor de gas natural a Europa.
No obstante, indicó que esas sanciones económicas, que en durecerían las actuales, podrían aplicarse en los próximos días.