Control fronterizo alarma a los transportistas de Europa

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Berlín. AFP. La reimplantación de controles fronterizos en varios países europeos a causa de la crisis migratoria alarma a los transportistas, que prevén retrasos y costos mayores en un contexto económico complejo.

“Estamos comprobando retrasos de todos nuestros camiones y lo mismo ocurre en todo el sector”, aseguró Cora Bügenburg, directora de operaciones de Allgeier Translog, una empresa de transportes alemana con camiones que recorren toda Europa.

“En estos momentos, hay embotellamientos en todas partes”, agregó.

Alemania impuso la semana pasada controles en su frontera con Austria para canalizar el arribo de decenas de miles de inmigrantes a su territorio. Pronto la imitaron Austria y Eslovaquia, y desde entonces Alemania reforzó también sus puestos fronterizos con Francia y República Checa.

Hungría, por su lado, se amuralló para impedir la entrada de inmigrantes, construyendo nuevas vallas en su frontera con Serbia (un país que no forma parte de la Unión Europea ni del espacio Schengen de libre circulación de personas).

Los atascos tienen efectos en cascada: cuando un camión se retrasa, la mercadería no está disponible a tiempo y se demora un nuevo cargamento. Con el riesgo consiguiente de “saturación de las capacidades” operativas, factor que puede subir los precios, advirtió Bügenburg.

“La capacidad de transporte ya estaba bajo presión” debido a la reactivación del comercio en el continente, explica Sebastian Lechner, director general de la federación de transportistas en Baviera (Alemania).

Por el momento es imposible predecir la duración y la importancia de estas transgresiones al principio de libre circulación del tratado de Schengen , dado que los migrantes buscan paso hacia Europa Occidental por otros países, como Croacia y Eslovenia.

El negocio del transporte europeo se basa en la libre circulación. Restablecer los controles en las fronteras del espacio Schengen les ocasionaría daños por $600 millones al año, calculando una hora de retraso para entrar en cada país, según la Federación Holandesa de Sociedades de Transporte y Logística (TLN).

“De un modo más general, la reinstalación de controles fronterizos sería un golpe duro para la posición de competitividad de Europa frente a Estados Unidos y China, donde los transportistas pueden recorrer largas distancias sin controles, y por lo tanto sin pérdidas de tiempo y sin costos adicionales” que acaban por encarecer los productos industriales, señala.

El 75% del tráfico de mercaderías dentro de la UE se efectúa por carretera.

La región de Baviera, en el sur de Alemania, es la más afectada hasta ahora por los controles fronterizos, por estar situada “en el cruce de muchos ejes de transporte” del continente, dice Lechner.

Todos los cargamentos procedentes de Italia, un importante socio comercial de Alemania, cruzan Austria y Baviera, recuerda.