Continúa tensión entre Armenia y Azerbaiyán

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Bakú EFE. La alerta máxima se mantiene en el enclave armenio de Nagorno Karabaj, uno de los lugares más militarizados del mundo, pese a que uno de los bandos en conflicto , Azerbaiyán, anunció el cese de las acciones militares.

Las presiones de Rusia y EE. UU. hicieron mella y Azerbaiyán anunció, unilateralmente, el fin de su ofensiva contra las líneas enemigas, aunque advirtió de que reanudará los ataques si Armenia “no renuncia a las provocaciones”.

No obstante, ni los armenios ni los separatistas karabajíes cayeron en la “trampa”, como la calificó Armenia, y no dudaron en rechazar la hoja de olivo tendida por los azerbaiyanos, a los que acusaron de seguir bombardeando sus posiciones.

Azerbaiyán tiene motivos para proclamar una tregua, ya que el sábado reconquistó varios puntos estratégicos, cinco colinas y dos localidades, de ese enclave montañoso habitado, mayoritariamente, por armenios y cuya soberanía enfrenta a ambos países desde 1988.

Triunfo. Esto permitió al presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, proclamar victoria tras los combates más sangrientos desde el alto el fuego en 1994.

“Logramos una gran victoria militar. Si los soldados armenios no quieren morir, entonces que se vayan de Azerbaiyán. Nosotros no hemos capturado territorio ajeno”, dijo, en alusión al Karabaj y a la franja de seguridad controlada por fuerzas armenias desde el fin de la guerra de 1994, que causó más de 25.000 muertos.

Alíev aseguró que “Armenia no desea la paz y únicamente está interesada en mantener el statu quo ”, y en frustrar cualquier propuesta de paz.