Campaña hacia las elecciones de la presidencia de la Comisión Europea entra en la recta final

La campaña ha sido discreta, como lo fue la audiencia del debate en la televisión pública alemana entre el socialdemócrata Martin Schulzy el aspirante del Partido Popular Europeo (PPE), Jean-Claude Juncker, lo que parece apuntar a una participación baja en los comicios, similar a las de las europeas de 2009 (43%)

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El socialdemócrata Martin Schulz se multiplica entre actos electorales, dentro y fuera de Alemania, con la aspiración de presidir una próxima Comisión Europea (CE), una iniciativa que no cuenta con el respaldo de la canciller Angela Merkel.

La elección presidencial emana del voto ciudadano: 410 millones de electores de los 28 países de la UE

“Sí, otra Alemania es posible”, dice Christine Hagel, delegada del congreso regional del Partido Socialdemócrata (SPD).

El SPD ha dado ya prueba de que, como socio de la gran coalición de Merkel, “puede imprimir un sello distinto” al gobierno de la primera economía europea, con medidas como la implantación de un salario mínimo interprofesional en una Alemania donde crece la precariedad laboral.

“Es esencial que Martin gane las elecciones para que haya un cambio de rumbo en la política europea”, proclama desde la tribuna Jan Stöss, elegido por el congreso como nuevo líder del SPD berlinés, por un 68% de los votos.

Schulz no lo tiene fácil, ni entre sus compatriotas ni entre el resto de los europeos.

El flojo resultado de la elección de Stöss refleja, a escala de la ciudad-estado, la división interna y crisis de liderazgo que atraviesa la socialdemocracia alemana desde hace una década.

En lo que se refiere al voto alemán, los sondeos dan al SPD un 25%, frente al 40% que se pronostica logrará en los comicios europeos la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).