Cameron sigue gobernando y asesta duro revés a oposición

Holgada victoria desmintió presunto empate anticipado por las encuestas

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Londres. EFE, AP y AFP. El primer ministro David Cameron se apuntó el jueves una contudente victoria que le permitirá iniciar un segundo período de gobierno, al tiempo que infligió a la oposición laborista un grave revés que obligó a su líder, Ed Miliband, a renunciar.

Cameron y su Partido Conservador obtuvieron 331 escaños –cinco más de los requeridos para tener mayoría absoluta en el Parlamento –, un resultado que echó por tierra su supuesto empate que preveían las intenciones de voto captadas por las diversas encuestas.

Aparte del laborismo, las elecciones legislativas cobraron otras víctimas: el Partido Liberal Demócrata, que cayó estrepitosamente de las 57 bancas que tenía en la Cámara de los Comunes a solo 8 en la próxima.

Como consecuencia, el jefe de la agrupación, Nick Clegg, anunció su renuncia.

El bando de los ganadores también incluye al Partido Nacionalista Escocés (SNP) , que se encumbró como tercera fuerza legislativa al conquistar 56 escaños (de los 59 que corresponden a ese territorio), lo cual representa una ganancia de 50 curules.

Los resultados electorales propician un nuevo mapa político en el Reino Unido, del cual no escapó el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP, eurófobo), cuyo líder, Nigel Farage, no consiguió retener su escaño y también se sumó a la lista de dimitentes.

Manos a la obra. No más confirmado oficialmente su triunfo, Cameron se dirigió al palacio de Buckingham para recibir el encargo formal, por parte de la reina Isabel II, de constituir el nuevo nuevo Gobierno.

“Podemos hacer de Gran Bretaña un ámbito en el que tengan acceso a una buena vida todos quienes están dispuestos a trabajar y hacer lo correcto”, expresó Cameron. Prometió contrarrestar el avance del nacionalismo escocés otorgando más poderes a Escocia y Gales.

También ratificó su promesa de convocar en el 2017 a un referendo sobre la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea .

El primer ministro anunció, ayer mismo, su nuevo gabinete, en el cual fueron ratificados los ministros de Economía, George Osborne; Relaciones Exteriores, Philip Hammond; Interior, Theresa May, y Defensa, Michael Fallon; es decir, el núcleo duro de su administración. La composición del resto del equipo gubernamental se conocerá la otra semana.

Laborismo, aplastado. La otra cara de la moneda mostraba a un Partido Laborista aturdido por el descalabro electoral. No solo perdió 26 escaños en relación con su fuerza en el anterior Parlamento, sino que recibió un varapalos en Escocia, donde el SNP literalmente lo borró del mapa.

Los laboristas han pagado el precio de haber llevado el peso de la campaña en el referendo de independencia para mantener a Escocia en el Reino Unido.

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El país “necesita un Partido Laborista fuerte. Es hora de que otra persona asuma el liderazgo”, declaró Ed Miliband al justificar su dimisión.

En cambio, los nacionalistas escoceses se frotaban las manos tras el gran triunfo logrado.

El Gobierno central “no puede ignorar lo que ha ocurrido en Escocia”, planteó Nicola Sturgeon, ministra principal del territorio. “La gente ha votado abrumadoramente a favor de que la voz de Escocia se escuche y a favor del fin de las medidas de austeridad”, puntualizó la líder del Partido Nacionalista Escocés.