Cámara Baja da voto de confianza al nuevo primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni

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Roma

El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, ganó ampliamente el martes un voto de confianza en la Cámara Baja del parlamento para su nuevo gobierno, superando la indignación opositora de que su gabinete y su agenda esencialmente son iguales a los de su predecesor.

Pese a promesas de la Liga del Norte (ultraderechista) y el Movimiento 5 Estrellas (populista) de no participar en la sesión debido a la composición del gabinete de Gentiloni, la medida fue aprobada 368-105 sin abstenciones entre los legisladores presentes.

Políticos opositores dicen que al retener tantos ministros del gabinete del dimitente premier Matteo Renzi, Gentiloni ignoró los resultados de un referendo constitucional, el 4 de diciembre, en el que los italianos rechazaron abrumadoramente a Renzi y sus reformas.

El Senado va a votar sobre su propia moción de confianza el miércoles. La aprobación en ambas cámaras es requerida para que el gobierno juramentado ya por el presidente Sergio Mattarella pueda implementar su mandato.

Las prioridades. Gentiloni recalcó las prioridades de su gobierno en la Cámara de Diputados antes de la votación. Mencionó como temas principales la necesidad de fomentar el crecimiento económico en el sur subdesarrollado de la península y la reconstrucción de las ciudades devastadas por un terremoto.

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El nuevo jefe de Gobierno defendió el trabajo de Renzi e insistió en que su Partido Demócrata, que aún conserva la mayoría, duraría mientras tuviera la confianza del Parlamento. Sin embargo, reconoció las dificultades por delante, con una oposición que se ha envalentonado por la derrota sufrida por Renzi.

Gentiloni dijo que sus conversaciones con los legisladores muestran la "imposibilidad de una convergencia general", pero expresó que esperaba que en temas individuales, las fuerzas de oposición pudieran encontrar terreno común con la mayoría.

En referencia a la crisis bancaria de Italia, Gentiloni indicó que el gobierno estaba dispuesto a intervenir para apuntalar los bancos y "garantizar" los ahorros de los italianos. Dijo que el gobierno ayudaría a los legisladores a redactar una nueva ley electoral que armonice las reglas entre ambas cámaras del Parlamento.