Moscú
Los presidentes de Armenia, Serge Sargsián, y Azerbaiyán, Ilham Alíev, reanudarán las negociaciones de paz el próximo 16 de mayo en Viena (Austria) para solucionar el conflicto sobre Nagorno Karabaj, según informó la Cancillería rusa.
"Estamos preparando dicha reunión. Se abordará el arreglo del conflicto karabají", dijo Grigori Karasin, viceministro de Asuntos Exteriores ruso, a la agencia Interfax.
Al encuentro asistirán también el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, cuyos países presiden el Grupo de Minsk, que supervisa el cumplimiento del alto el fuego en vigor desde 1994.
Precisamente, el Grupo de Minsk informó hoy en Viena de que ante la reciente violencia y la urgencia de reducir las tensiones, consideran que ha llegado el momento para que los presidentes de Armenia y Azerbaiyán se reúnan.
Los principales objetivos serán afianzar el régimen de alto el fuego y buscar un acuerdo, a fin de que se creen las condiciones favorables para reanudar las negociaciones sobre un acuerdo más completo.
El primer ministro armenio, Ovik Abraamián, consideró el miércoles prematuro reconocer la independencia del enclave de Nagorno Karabaj, cuya soberanía enfrenta a Armenia y Azerbaiyán desde 1988.
"Por el momento, no hay esa necesidad. Armenia la reconocerá (la independencia del Karabaj) cuando llegue el momento", dijo Abraamián a la prensa local.
El Gobierno armenio dio el pasado 5 de mayo su visto bueno a un proyecto de ley sobre el reconocimiento de la independencia karabají que debía ser remitido al Parlamento para su aprobación el pasado 10 de mayo.
No obstante, el Parlamento se echó atrás entre presiones internacionales y después de que Azerbaiyán advirtiera que ese paso le dejaría las manos libres para recuperar el enclave por la fuerza de las armas.
El conflicto entre los dos países vecinos del Cáucaso Sur se remonta a los tiempos de la antigua Unión Soviética, cuando el territorio azerbaiyano de Nagorno Karabaj, poblado mayoritariamente por armenios, pidió su incorporación a la vecina Armenia, tras lo cual estalló una guerra que causó unos 25.000 muertos.