Berlín. EFE. La canciller alemana, Ángela Merkel, abogó este martes por una “solución europea” para reducir de forma “apreciable y sostenible” el número de solicitantes de asilo que llegan a Alemania, después que Austria anunció unilateralmente que fijará un límite a la entrada de migrantes al país .
Merkel reiteró los ejes de su política poco antes de reunirse en el balneario de Wildbad Kreth con parlamentarios de la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), partido hermanado con su Unión Cristianodemócrata (CDU) y especialmente crítico con su gestión de la crisis de los migrantes .
La cita de este martes se presentaba incómoda y lo fue, ya que la CSU, miembro de la gran coalición junto a la CDU y el Partido Socialdemócrata (SPD), ha abogado públicamente por seguir el ejemplo de Austria y fijar un límite también para Alemania, de no más de 200.000 migrantes al año.
Merkel fue recibida con flores por un comité de bienvenida ataviado con el traje típico bávaro, pero el líder del grupo parlamentario de la CSU en la Cámara regional, Thomas Kreuzer, fue directamente al grano.
Aprovechó su breve declaración ante la prensa junto a la canciller para subrayar la “casualidad” de que Viena anunciara que no aceptará más de 37.500 solicitantes de asilo en el 2016.
“Hablar unos con otros es de gran importancia, incluso cuando no estemos de acuerdo en todas las cuestiones”, dijo Merkel en una comparecencia de dos minutos, en la que evitó hacer referencia expresa al caso austríaco.
A puerta cerrada, según medios alemanes que recogieron impresiones de los asistentes, sí criticó la fórmula anunciada por Viena, pero siguió insistiendo en que la solución debe ser europea .
Desacuerdo. En el encuentro, varios parlamentarios cuestionaron su gestión y le exigieron un cambio, mientras que el titular regional de Finanzas, Markus Söder, le advirtió de que “la situación está fuera de control”.
La canciller recordó que coincide con la CSU en la necesidad de reducir de forma palpable las llegada, pero, para hacerlo, abogó por combatir las causas que generan los actuales flujos de migrantes y buscar una solución con los socios comunitarios.
Poco antes de la llegada de Merkel, compareció ante los medios el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien eludió comentar de forma directa la decisión de Austria.
“Decir lo mismo que la canciller es aburrido y decir lo contrario sería tonto”, bromeó antes de insistir en la necesidad de que los socios europeos adopten medidas ante el riesgo de que se quiebre el espacio de Schengen .
El contexto económico es “volátil” ante el reto de los migrantes y “el tiempo se acaba”, recalcó el titular de Finanzas.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, afirmó el pasado viernes que el Ejecutivo comunitario “ analiza medidas suplementarias” para reforzar la lucha contra la crisis de refugiados y Schäuble explicó que le llamó para pedirle más rapidez.