Berlín
El Gobierno federal alemán acordó rebajar el mínimo de 21 a 18 años para ejercer la prostitución. Además, exigirá el uso de preservativos en el comercio sexual.
Las medidas son la conclusión de una encendida discusión en el seno del Ejecutivo para aprobar una nueva ley destinada a regular el complicado mundo de la prostitución en Alemania, un negocio que mueve unos 15.000 millones de euros al año. El debate duró varios meses, y la conclusión llegó después de una maratoniana ronda tras la que los tres partidos que integran la coalición de Gobierno (la CDU, la CSU de Baviera y el SPD) se dieron la mano, satisfechos de poder enviar al Parlamento la nueva ley.
La prostitución está regulada en Alemania por una ley aprobada en 2002, que reconoció a las trabajadoras del sexo derechos laborales y cobertura social como prestadoras de un servicio, pero también les obligó a pagar impuestos, a ellas y a los locales donde ejercen.
Cuando asumió el nuevo Ejecutivo, en diciembre de 2013, la coalición se propuso revisar la vieja ley para proteger a las prostitutas de la violencia, la explotación y de las enfermedades.
"Por primera vez habrá en el país una clara reglamentación para la prostitución legal en Alemania que servirá para proteger a las mujeres", dijo la ministra de la Familia, Manuela Schwesig (SPD). La ley señala que para abrir un prostíbulo será necesario tener una autorización legal que obligará a los propietarios a aceptar las visitas de inspección para controlar el negocio.
La ley también exigirá un registro obligatorio de las meretrices, una medida que pretende eliminar el anonimato en el negocio y, por lo tanto, la explotación de las mujeres por los proxenetas.
Otro punto de discordia era la exigencia, de parte de la democracia cristiana, de someter a las prostitutas a una revisión médica obligatoria.
El acuerdo alcanzado ayer introduce la figura de una asesoría médica que se realizará una vez al año, pero las menores de 21 años tendrán que someterse a ella cada seis meses. La medida deja en manos de las prostitutas de una edad superior la decisión de dejarse "aconsejar" o someterse a un examen médico.
Para impedir la explotación de las mujeres, el Gobierno acordó prohibir la llamada "tarifa plana de sexo", una medida que se había vuelto muy popular y que hacia posible que un cliente disfrutase, por el pago de una tarifa reducida, de los servicios de un prostíbulo todas las veces que quisiera en una velada.