Damasco. AFP. El presidente sirio Bashar al-Asad advirtió ayer que toda intervención occidental en país provocará “un terremoto” en la región poco antes de una reunión entre Siria y la Liga Árabe en Doha, en un clima de desconfianza.
Previo al encuentro, los militantes prodemocracia sirios llamaron a los sirios a manifestarse, luego de otra jornada sangrienta, para reclamar que la Liga Árabe suspenda su adhesión de Siria.
Citando fuentes árabes, el diario kuwaití Al-Qabas informó de que la delegación ministerial de la Liga Árabe dijo a los dirigentes sirios el miércoles en Damasco que el fracaso de su mediación “causaría una internacionalización de la crisis”, incluido un embargo económico.
Esta delegación, presidida por el primer ministro de Catar, Hamad ben-Jassem al-Thani, pidió al presidente al-Asad que se comprometa con un calendario preciso de reformas, acepte una reunión de representantes oficiales con la oposición en el extranjero y ponga fin a la violencia, según el periódico.
Sin embargo, en una entrevista publicada ayer por el diario británico The Sunday Telegraph , al-Asad contempla las cosas de otro modo.
“Siria es ahora el eje de esta región, la línea de falla, y si se juega con ella, habrá un terremoto. ¿Quieren ver otro Afganistán, o decenas de Afganistán?”, dijo al-Asad en Damasco, según el periódico.
Ayer, además, el emisario de China en Oriente Medio, Wu Sike, advirtió a Siria, en una reciente visita a Damasco, del peligro de que siga la represión y también hizo notar a altos funcionarios del régimen sirio que la represión “no puede continuar”.