Montevideo. AFP. El Senado uruguayo aprobó ayer un proyecto que legaliza el matrimonio gay , duramente criticado por la Iglesia católica en los últimos días, y que debe volver a ser validado por la Cámara de Diputados para completar su sanción.
El proyecto de ley fue aprobado en general con 23 votos sobre 31, tras siete horas de debate, con el respaldo de todos los legisladores del Frente Amplio (FA, oficialista), y parte de los senadores de los partidos Nacional y Colorado, de oposición.
El texto aprobado sostiene que “el matrimonio civil es la unión permanente, con arreglo a la ley, de dos personas de distinto o igual sexo” y modifica varias normas del Código Civil para igualar el enlace entre heterosexuales con el que contraigan personas del mismo sexo.
Una versión anterior del “proyecto de matrimonio igualitario” ya había recibido amplia aprobación el 12 de diciembre en la Cámara de Diputados con votos de los tres principales partidos. No obstante, como el Senado le realizó modificaciones, debe volver a la Cámara Baja para su ratificación. Se prevé que los diputados voten nuevamente la semana próxima.
Cambios globales. El texto incluye la opción de elegir el orden de los apellidos del niño, también en el caso de las parejas heterosexuales. Actualmente, los hijos llevan primero el apellido del padre.
Desde hace seis años, Uruguay legalizó la unión civil de homosexuales y la adopción de niños por parte de parejas gais. También posibilitó el cambio de nombre y sexo, y el ingreso de homosexuales a las Fuerzas Armadas.
En América, el matrimonio gay está autorizado en Canadá desde el 2005 y en Argentina desde el 2010, y en ciudad de México desde el 2009.
El proyecto surgió de un texto del Colectivo Ovejas Negras , que promueve demandas de grupos homosexuales.
Federico Graña, integrante de Ovejas Negras, dijo que el proyecto “va mucho más allá de ser gay, es una ley para que todos tengan los mismos derechos”.
La Iglesia católica, representada por el arzobispo Nicolás Cotugno, había pedido a los legisladores actuar “a conciencia” y rechazar el proyecto.
El gobierno del presidente José Mujica impulsa otras leyes como la legalización del aborto.