Brasilia. AFP. El secretario de Defensa estadounidense, León Panetta, llegó ayer a Brasilia para reforzar la cooperación con el país suramericano, después de que los presidentes Barack Obama y Dilma Rousseff acordaran crear un diálogo permanente en materia de defensa y seguridad.
Panetta, quien abrió el lunes su primera gira como secretario por América Latina , se reunió con su homólogo brasileño, Celso Amorim, y con el general José Elito, responsable de seguridad presidencial y temas de ciberseguridad.
Un encuentro con la presidenta Dilma Rousseff no pudo materializarse por problemas de agenda, informó una fuente oficial de EUA.
Entre ambos países hay temas pendientes de resolución como un contrato de la empresa aeronáutica brasileña Embraer del orden de $380 millones que fue cancelado por el Pentágono tras quejas de una compañía rival estadounidense.
El Pentágono tuvo que apresurarse a abrir otro concurso público ante el enojo de los brasileños.
Paralelamente, Brasil sigue anunciando desde hace años que quiere modernizar su Fuerza Aérea con una compra masiva de nuevos cazas, un contrato que podría llegar a los $5.000 millones y que se disputan Boeing de EE. UU., la francesa Dassault y la sueca Saab.
“La ciberseguridad es un tema que nos preocupa a ambos, así como transferencia de tecnología”, dijo el número dos del Pentágono para América Latina, Frank Mora.
Panetta llegó a Brasilia procedente de Colombia, donde anunció la venta de diez helicópteros más, cinco de ellos del tipo Blackhawk especialmente diseñados en la lucha contraisurgente.
Esos aparatos se añaden a los cerca de 300 con que ya cuenta Colombia, 150 de ellos del tipo Blackhawk, tras más de una década de colaboración bilateral.
Panetta, según las fuentes estadounidenses, iba a exponer a Amorim sus propuestas de colaboración para apoyar a los países centroamericanos contra el crimen organizado, sin duplicar esfuerzos.
El Pentágono debe reducir personal y gastos en la próxima década y en América Latina busca socios para asumir los reclamos insistentes de más compromiso en la lucha antidrogas.
En palabras de Panetta, se trata de lograr “acuerdos innovadores” que les permitan convertirse en “exportadores de seguridad”.
“La alianza que tenemos en Colombia es un ejemplo que esperamos poder desarrollar en otros lugares”, añadió el lunes al visitar una base militar colombiana.
Brasil, Bolivia y Estados Unidos firmaron recientemente un acuerdo para la lucha contra el cultivo de coca en la frontera, otro tipo de colaboración a tres bandas con un gobierno, el de Evo Morales, con el que Washington no tiene unas relaciones fáciles .