Se vive tensión en favela rodeada por policías

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Río de Janeiro AFP Tensión, miedo y esperanza eran las sensaciones más perceptibles entre la población del Complexo de Alemao, núcleo de favelas (barrios miseria) de la zona norte de Río de Janeiro que desde el viernes estaba cercado por fuerzas del orden y que, de acuerdo con las autoridades policiales, tiene sus horas contadas como bastión del tráfico de estupefacientes.

El ambiente estaba enrarecido en torno al Complexo de Alemao, donde ya estaban apostados cientos de efectivos militares y policiales bien pertrechados a la espera de las órdenes del gobierno de Río para lanzar la invasión al que es considerado uno de los principales ‘bunkers’ de los narcos.

Desde tempranas horas de ayer se movilizaban sin cesar cientos de efectivos del orden, entre ellos, los de uniforme camuflado, con sus fusiles de asalto apuntando hacia lo alto de la colina.

Las botas marrones confirman que son del batallón de paracaidistas y parte de los 800 efectivos militares que el gobierno mandó en auxilio de las autoridades de Río, además de 10 blindados y 300 miembros de la Policía Federal.

La agitación es evidente, principalmente luego de algunos tiroteos intensos, en uno de los cuales fueron heridos un soldado, un hombre, una anciana, un niño y un fotógrafo de la agencia Reuters.

En un momento, se oyen cerca dos explosiones, presuntamente granadas y ráfagas de tiros: todos se ponen en guardia contra los muros de las esquinas mientras los reporteros buscan resguardo.

Los perros no paran de ladrar, los taxis y kombis de transporte alternativo aceleran su marcha por la calle, mientras pobladores atraviesan rápidamente el área exhibiendo su temor.

Un soldado cruza la boca calle y avisa a los otros, que apuntan sus armas por el hueco en un muro, que vio a dos hombres movilizándose con armas de guerra.