Nueva York, EE. UU. EFE El hijo mayor de Bernard Madoff, Mark Madoff, no pudo soportar más la presión y decidió suicidarse, ahorcándose, cuando se cumplían dos años de la noche en la que su padre le confesó a el y a su hermano que la lujosa vida que llevaban era fruto de una gigantesca estafa, confirmó ayer la Policía de Nueva York.
Tras la discusión que siguió a aquella confesión, Mark y su hermano Andrew denunciaron a su padre y a la mañana siguiente, hizo ayer dos años, este fue detenido en el lujoso apartamento familiar de Nueva York, dúplex de siete millones de dólares donde horas antes habían pasado una de las noches más difíciles de sus vidas.
Al menos así lo relataron ellos mismos a los investigadores, a los que les costaba creer que la familia del financiero, que cumple una condena de 150 años en prisión, no estuviera al corriente de que llevaban más de dos décadas viviendo de las rentas de la mayor estafa financiera jamás descubierta.
Poco a poco se fueron conociendo detalles sobre cómo reaccionaron los hijos aquella noche y seis meses después de que se destapara la trama Vanity Fair publicó que, mientras que el menor, Andrew, se echó a llorar en el piso de la cocina, Mark se enfureció.
Desde que se conoció la trama, el nombre de Madoff es sinónimo de estafador, lo que ha condicionado enormemente la vida de los hijos, que trabajaban para la firma de su padre, y de sus familiares.
La revista aseguraba, por ejemplo, que Andrew hacía las reservas de restaurantes bajo el nombre de su prometida y que la esposa de Mark, de la que ya estaba separado, usaba su nombre de soltera hasta para encargar la compra.
Con el tiempo Mark Madoff se obsesionó con el asunto y se convirtió en un tenaz investigador, para escribir en su blog todo lo que descubría. En cambio, el más joven optó por distanciarse emocionalmente de lo que consideraba “una traición de padre a hijo de proporciones bíblicas”, según la revista.
A medida que se acercaba este segundo aniversario de la detención del financiero, la estafa de Madoff ha vuelto a protagonizar grandes titulares, ya que ayer venció el plazo que tenía el abogado encargado de liquidar los fondos del financiero para reunir el dinero para indemnizar a las víctimas.
Por ello, en los últimos días el liquidador ha demandado a cientos de personas y entidades que cree colaboraron en la estafa (que el propio Madoff cifró en $50.000 millones), la consintieron o hicieron oídos sordos a las sospechas que había sobre el negocio del financiero, que garantizaba fabulosas rentabilidades a sus inversores.