Se reanuda juicio del Prestige 10 años después del derrame

En el proceso están también personados 1.500 perjudicados agrupados en 55 acusaciones

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La Coruóa, España. (AFP). El capitán del Prestige acusó hoy a las autoridades españolas de ordenar que el petrolero se alejara de sus costas en el juicio que tiene lugar diez años después de que el causante la peor marea negra de la historia de España, lanzara su primer aviso de socorro.

“(Las autoridades) nos dieron el rumbo 320. Era un rumbo incierto. El barco tenía una fisuración y lo sacan al océano. Esta decisión provocaba incertidumbre en la tripulación”, afirmó el capitán griego Apostolos Mangouras, de 77 años, ante el tribunal.

“Era la peor alternativa. Nos llevaban en un féretro flotante y nos llevaban a ahogarnos. Si el día 15 (de noviembre de 2002) estábamos esperando un temporal, ¿a dónde íbamos? Ocho almas estaban en el buque”, añadió Mangouras a preguntas del fiscal.

El capitán alegó que no pidió expresamente ser remolcado a un puerto “porque creía que nos iban a llevar a un refugio, pero después de pasar Finisterre me dí cuenta de que el buque lo sacaban al océano”.

Mangouras está acusado de atentado contra el medio ambiente junto al jefe de máquinas Nikolaos Argyropoulos -también griego-, así como el entonces director de la marina mercante española, José Luis López-Sors.

El cuarto acusado, el primer oficial del petrolero, de nacionalidad filipina, Ireneo Maloto, se encuentra en paradero desconocido.

El capitán estaba al mando del Prestige, un petrolero liberiano con bandera de Bahamas, que hacía la ruta entre San Petersburgo y Singapur cargado con 77.000 toneladas de fuel-oil, cuando tuvo que lanzar una llamada de socorro el 13 de noviembre de 2002 en medio de un gran temporal frente a las costas noroccidentales españolas tras sufrir una vía de agua.

Por seis días, el barco fue a la deriva en el Atlántico antes de partirse en dos y hundirse el 19 de noviembre, causando la mayor marea negra de la historia de España, pero que también afectó a las costas de Portugal y Francia.

Mangouras insistió hoy en que "el buque podía navegar, el buque viajaba" y recordó que él mismo y el primer oficial hicieron una revisión visual de los tanques de lastre del buque, sin encontrar problemas relevantes, antes de inicar el viaje.

“El control se ha efectuado el 30 de octubre, antes de zarpar el barco, y teniendo en cuenta el largo viaje y por la seguridad de la tripulación lo cogí conmigo”, explicó en referencia al documento firmado por ambos oficiales en el que se destaca que no hay problemas en los tanques.

Sin embargo, poco antes Mangouras había afirmado que en setiembre de 2002 cuando tomó el mando del buque “inspeccioné los depósitos de lastre y no observé ninguna rotura. Lo que vi fue corrosión, pero yo no soy técnico y no sé interpretarlo”.

Mangouras insistió también en que toda la tripulación del barco contaba con todos los diplomas pertinentes.

El capitán griego es el primero de los cuatro acusados en comparecer ante el tribunal, en proceso que comenzó el pasado 16 de octubre con las cuestiones previas y en el que intervienen 133 testigos y un centenar de expertos.

En el proceso están también personados 1.500 perjudicados agrupados en 55 acusaciones.

Sin embargo, las organizaciones ecologistas denuncian la ausencia de políticos en el banquillo de los acusados e insisten también en el hecho de que el entonces gobierno del conservador José María Aznar ordenó el alejamiento del barco, pese a las recomendaciones de expertos que pedían que entrara en un puerto para contener la fuga de carburante.

Hoy, militantes de Greenpeace desplegaron en la fachada del Palacio de Exposiciones de La Coruña, donde tiene lugar el juicio un gran pancarta amarilla con las palabras "¿Dónde están los responsables?, acompañada de varias fotos de políticos, entre ellos, la de Mariano Rajoy, actual jefe del gobierno de derecha, entonce vicepresidente.