Kiev. EFE El Tribunal del distrito Pechora de la capital ucraniana comenzó ayer las audiencias preliminares del juicio a la ex primera ministra Yulia Timoshenko, acusada de abuso de poder, delito que el Código Penal de Ucrania castiga con hasta 10 años de prisión.
A la exjefa de gobierno y hoy líder de la oposición se le acusa de firmar con Rusia, en enero del 2009, acuerdos de suministro y transporte de gas onerosos para Ucrania, sin haber estado facultada para ello.
Según la acusación, esos acuerdos, que cerraron disputas entre entre Kiev y Moscú por el suministro, requerían la aprobación del gabinete de ministros en pleno.
Cerca de 2.000 partidarios de Timoshenko se reunieron con banderas y pancartas junto a la sede del tribunal a manifestar su rechazo a lo que llaman una persecución política contra Timoshenko, quien encabeza la formación opositora Batkivschina.
La ex primera ministra, quien tiene prohibición judicial de salir del país, rehusó ponerse de pie cuando el juez que ve la causa, Rodión Kiréyev, entró en la pequeña sala del tribunal.
“Uno se pone de pie en un juicio, no en una farsa”, espetó Timoshenko al explicar su actitud.
La defensa de la líder opositora recusó al juez, a quien llamó “marioneta de la Administración del presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich”.
La defensa argumentó que Kiréyev tiene apenas dos años de experiencia como magistrado y que hace apenas dos meses fue asignado al tribunal de Pechora, pero la presentación fue denegada.
Timoshenko encabezó el Gobierno de Ucrania de enero a setiembre del 2005 y del 2007 al 2010, período último en el que firmó los cuestionados acuerdos.
“Yo, como primera ministra, tenía facultades para celebrar cualquier tipo de negociaciones, sin necesidad de acuerdos o aprobación previa”, argumentó al solicitar el sobreseimiento de la causa.
Según la oposición, el proceso contra la ex primera ministra tiene una clara motivación política: evitar que lidere la oposición en las elecciones parlamentarias del próximo año. Timoshenko protagonizó la “Revolución Naranja”, nombre de la campaña de resistencia pacífica al fraude electoral en los comicios presidenciales del 2004 y que llevó al poder a Víctor Yúschenko; entonces su aliado.