Santiago. AFP. La exhumación de los restos del expresidente chileno Salvador Allende se realizará el 23 de mayo para aclarar si se suicidó, como sostiene la versión oficial, o fue ejecutado durante el golpe de Estado que lo derrocó en 1973, informó el juez a cargo del proceso.
“Fijamos hoy (ayer) la fecha del 23 de mayo. El horario no está establecido, porque depende mucho de las personas que van a participar” en la diligencia, explicó el juez Mario Carroza.
El magistrado no dio más detalles, pero adelantó que “todo va a quedar en conocimiento público, como corresponde”. Las pericias estarán a cargo del Servicio Médico Legal de Chile y se harán luego de que el 15 de abril la Justicia accedió a un pedido de la familia del mandatario para exhumar los restos.
Allende murió a los 65 años en medio del alzamiento militar que instaló la dictadura de Augusto Pinochet, el 11 de setiembre de 1973.
La exhumación de sus restos busca determinar las causas de su muerte, hasta ahora atribuidas a un suicidio, mediante el disparo de un fusil regalado por el expresidente cubano Fidel Castro.
Su familia sigue sosteniendo la tesis del suicidio, pero cree necesario aclarar las circunstancias en que ocurrió la muerte de Allende, que se hallaba al interior del palacio presidencial mientras era bombardeado por aire y tierra por las fuerzas golpistas.
“Acá se desarrolla una investigación acuciosa, que reúne todos los antecedentes anteriores que existían en relación con lo que ocurrió en La Moneda”, dijo ayer la abogada de la familia, Pamela Pereira. La tesis del suicidio se sustenta en el testimonio del médico Patricio Guijón, quien vio el cadáver minutos después de su muerte y en el hecho de que Allende advirtió que estaba dispuesto a morir antes de rendirse ante los militares.
“Yo no voy a renunciar. Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo”, dijo el presidente en un mensaje desde el interior del palacio difundido por la radio Magallanes.
Un informe posterior elaborado por el reputado médico forense Luis Ravanal, con base en la autopsia a la que fue sometido el exmandatario inmediatamente después de su fallecimiento, concluye que su muerte no se debió a un disparo suicida.