San José (Redacción). Dilma Rousseff, la candidata del presidente Luiz Inacio Lula da Silva para sucederlo, cerró este sábado su campaña para el balotaje del domingo con un acto público en Belo Horizonte, en el estado clave de Minas Gerais (sudeste).
En una caravana realizada en el barrio popular de Venda Nova, en la región metropolitana de la capital del estado, Rousseff convocó una multitud entusiasta de simpatizantes y militantes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), y arengó a confiar en una victoria ante su rival, el socialdemócrata José Serra.
Rousseff, al igual que Serra, escogió realizar su última aparición pública la víspera del balotaje en el segundo reducto electoral del país, que cuenta con unos 14,5 millones de electores y es un estado clave para la definición de las elecciones en Brasil.
"Olé Olé Olé Olá, Dilma Dilma!", coreaba la masa de adherentes de la 'ahijada política' de Lula, que lucía a tono con el color del PT una camisa de vivo rojo y saludaba a los entusiasmados simpatizantes que desde la calzada ondeaban, a lo largo del recorrido de la caravana, banderas y mostraban enseñas de su campaña.
"Fue aquí, en Belo Horizonte, donde participé de las primeras manifestaciones en la época de la dictadura (1964-85). Belo Horizonte es un lugar con referencia política para mí. Aquí fue que se inició mi vida política", dijo la candidata en un breve y caótico encuentro previo con la prensa a la orilla de un lago.
Además, prometió "trabajar por un Brasil unido... voy a trabajar por todos los brasileños sin excepción", en caso de ganar.
Resaltó que mantendrá su estrecha relación con Lula, quien le apoyó explícitamente durante toda la campaña: "siempre que pueda estaré en contacto y nadie podrá separarnos porque nuestra relación es íntima y fuerte".
Vencedora del primer turno, el 3 de octubre, la ex jefa del Gabinete ministerial encabeza todos las encuestas de intención de voto con una ventaja que va de 10 a 14 puntos porcentuales sobre Serra.