Ohio. AP. Mitt Romney trata de capitalizar sus victorias en Arizona y Michigan con la campaña que inició ayer en Ohio, estado decisivo en su ardua carrera por la nominación republicana.
El exgobernador de Massachussetts se impulsa con sus triunfos pasados para llegar al ‘súper martes’, cuando se votará en diez estados para decidir al candidato que se enfrente a Barack Obama.
Ningún republicano ganó la elección presidencial sin ganar en Ohio y los resultados allí parecen ser definitorios.
Por eso, un triunfo convincente podría sellar la suerte de Romney, quien sigue siendo incapaz de distanciarse de sus rivales, pese a fuertes gastos en publicidad y el apoyo de jerarcas del partido.
Rick Santorum, el ultraconservador exsenador de Pensilvania, ya hizo campaña el martes en Ohio, y se espera que ambos se ataquen mutuamente en sus giras por el estado en los próximos días.
Aunque Santorum perdió en Michigan por solo un 3%, afirmó que su principal rival es muy vulnerable en Ohio, un estado de similares características a las de Michigan, donde se suponía que debía ganar con facilidad porque su padre había sido gobernador allí.
Ayer, la campaña de Romney se destacó por el apoyo de un grupo de industriales de Ohio, que pinta al empresario como alguien con experiencia para dirigir la vulnerable economía estadounidense.