Montevideo. (AFP). El presidente uruguayo, José Mujica, oficializó hoy la remoción del ministro de Salud, el chileno Jorge Venegas, luego de varios días de polémica tras ser denunciado por incumplir los requisitos necesarios como extranjero para ocupar el cargo, informó la Presidencia.
“El Presidente Mujica aceptó la solicitud de renuncia presentada por el ministro de Salud Pública, Jorge Venegas”, informó la Secretaría de Comunicación de la Presidencia en su página en internet.
Venegas “integró el gabinete ministerial desde el inicio del período, en el año 2010, luego de haber declinado a las funciones derivadas de su cargo como senador suplente, para el que había sido electo en los comicios de 2009”, agregó la escueta misiva.
Ayer, Venegas se despidió de sus colaboradores en el ministerio luego de que la semana pasada el Partido Comunista (PCU) -del que es integrante- le propusiera a Mujica agilizar la salida del funcionario.
Venegas fue denunciado ante la Corte Electoral por el senador del opositor Partido Colorado José Amorín Batlle, por considerar que el funcionario no cumplió con los plazos establecidos por la Constitución para extranjeros que ocupen el cargo de suplente al Senado.
La Corte se expediría sobre el caso en pocos días.
El chileno llegó a Uruguay en los años 1960, hizo la mayor parte de su carrera de médico en el país y en 1976 partió exiliado por la dictadura militar (1973-1985). Al restablecerse la democracia retornó a Uruguay, pero habría concluido el trámite de ciudadanía legal en 2004.
La Constitución señala que para desempeñarse como senador, idéntico para el caso de ministro, se necesita ciudadanía “legal con siete años de ejercicio”.
A su vez, en otro de los artículos dice que los extranjeros necesitarán “hasta tres años después del otorgamiento de la respectiva carta”, para ejercerla.
Por tal motivo, varios juristas consideran casi un hecho que la Corte resuelva que es irregular la condición del funcionario.
En tanto, Susana Muñiz, funcionaria del ministerio y propuesta por el PCU al presidente, ocupará el cargo dejado por Venegas.
El político protagonizó desde su cargo de uno de los hechos más graves en la historia de la salud del país sudamericano, cuando en marzo de 2012 salió a luz el caso de dos enfermeros que asesinaron al menos a 15 pacientes, pero que declararon a la justicia que no podían precisar cuántas veces mataron.
A su vez, en los últimos meses dirigió desde su puesto una masiva campaña para evitar que se produzcan casos de dengue autóctono en Uruguay y el país pueda mantener el estatus de país libre de dengue, una excepción en la región que aún ostenta.