La Habana. AFP. El presidente cubano, Raúl Castro, admitió ayer que su reforma económica avanza con “muchas dificultades”, y advirtió que “no hay que hacerse tantas ilusiones” con la primera Conferencia Nacional en medio siglo del Partido Comunista, el 28 de enero.
Desde que asumió el mando de Cuba en el 2006, el general Raúl Castro ha impulsado pragmáticas reformas en el agotado sistema económico centralizado, de corte soviético, y ha revertido algunas emblemáticas medidas adoptadas por el Gobierno en décadas pasadas.
El plan de reformas “se va cumpliendo, (con) muchas dificultades”, expresó Raúl Castro a la prensa, tras despedir en el aeropuerto de La Habana a su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad.
El programa económico marcha “como debe ser, con paciencia, sin apuros, para no cometer nuevos errores” y “se cumplirá todo el programa”, aunque eso “depende” de “muchos factores”, añadió.
Raúl ha eliminado subsidios y levantado restricciones vigentes durante medio siglo, como la prohibición de la compraventa de casas y autos. Además, ha ampliado el trabajo privado para reducir la abultada plantilla estatal y abierto mayor espacio a la inversión extranjera.
No obstante, el gobernante admitió que el plan marcha con dificultades y dijo: “Cada vez que sacamos una ley, un decreto para transformar la economía, se requiere un estudio de cientos de horas para cambiar lo que está escrito”.
Su programa de más de 300 reformas fue aprobado en abril por el VI Congreso del Partido, que el 28 de enero tendrá una conferencia nacional. Castro advirtió que “no hay que hacerse tantas ilusiones” ni “levantar mucha expectativa” con la conferencia, en el único país comunista de Occidente.