Redes sociales multiplican a los ‘indignados’ en Brasil

Al menos 30.000 protestarán la otra semana en Río de Janeiro

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Río de Janeiro. AFP Nuevas marchas contra la corrupción han surgido en Brasil con fuerza y sus organizadores, desvinculados de cualquier tipo de militancia política, se apoyan por primera vez en las redes sociales para convocar a decenas de miles de “indignados” en todo el país.

La primera convocatoria coincidió con la celebración de la Independencia el 7 de setiembre, cuando se congregaron cerca de 30.000 manifestantes en la capital, Brasilia. La próxima semana, en Río de Janeiro, otra organización ciudadana espera congregar al mismo número en otra gran manifestación.

¿Cómo empezó? El Movimiento contra la Corrupción fue creado por Cristiane Maza, una comerciante de 37 años, y otros cuatro amigos que estaban “hasta la coronilla de esta historia” de corrupción en el país.

Todo comenzó por un post en la red social Facebook. “Yo vi que varias personas estaban posteando sobre la corrupción. Yo lo vi, lo copié y lo pegué en mi muro. Ahí un amigo hizo lo mismo, otro igual y así... Un día nos reunimos, nos dimos cuenta de que teníamos que hacer algo, hacer algún tipo de evento y ahí nació”, dijo Maza.

La manifestación está convocada para el 20 de setiembre en la plaza de Cinelandia de Río de Janeiro y su promoción se hace también por Facebook. Hasta ahora, han confirmado su asistencia más de 30.000 personas.

Las protestas surgen en medio de continuos escándalos de corrupción en la administración de la presidenta Dilma Rousseff, que costaron el cargo a cuatro de sus ministros en 100 días.

Entre el 2002 y el 2008, la corrupción costó a Brasil el equivalente a la economía de Bolivia ($23.300 millones), indicó un reciente estudio de la Fundación Getulio Vargas.

Los movimientos ciudadanos consideran que el trabajo hecho por Rousseff contra la corrupción aún es “insuficiente” y organizan nuevas protestas. “No veo mucho esfuerzo en el Gobierno; tiene que ser creada una ley” anticorrupción, estimó Wálter Magalhaes, uno de los organizadores.

Además de la concentración en Río, ya fue convocada en Brasilia otra para el 12 de octubre, y el 15 de noviembre están previstas nuevas marchas en todo el país.

Los organizadores insisten en que no cuentan con apoyo de ningún partido político y en que financian los movimientos con su propio dinero.