Rebeldes congoleños toman noreste del país

El M23 tomó varias ciudades ante persecución oficial para atrapar a su líder

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Kinshasa. EFE y AFP Los rebeldes del Movimiento 23 de Marzo (M23), que opera en la República Democrática del Congo (RDC), tomaron el control ayer de tres poblaciones en el noreste del país y continuaban su avance hacia otras ciudades del norte, según informaron medios locales.

El M23 es un movimiento que surgió en el 2009 luego de la disolución del grupo armado rebelde Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), tras la firma de un acuerdo con el Gobierno, en el que los miembros del CNDP se integraban al Ejército a cambio de que pudieran formar un partido político.

Su líder, Bosco Ntaganda, se integró en el Ejército de la RDC al contribuir en la pacificación de Kivu Norte tras ayudar a la detención, en el 2009, de Laurent Nkunda, ex señor de la guerra y antiguo general del Ejército local.

No obstante, las tropas del M23 comenzaron a atacar a las Fuerzas Armadas de la RDC en abril pasado, tras las sospechas de que el Gobierno estaba tratando de arrestar y entregar a la Corte Penal Internacional (CPI), a Ntaganda, quien es buscado bajo acusaciones de crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Los conflictos en la región oriental de la RDC entre el Ejército y el M23, vienen creciendo desde la semana pasada.

La emisora local Radio Okapi informó del desplazamiento de numerosos habitantes de la zona hacia la frontera con Uganda, país hacia donde han huido también la mayoría de los soldados congoleños después de una oleada de violencia surgida el viernes, cuando falleció un casco azul de Naciones Unidas.

Lejos de solución. Los rebeldes ofrecieron el sábado al Gobierno de la RDC iniciar conversaciones de paz, sin embargo, exigen el respeto del acuerdo firmado con el mismo gobierno el 23 de marzo del 2009.

Sin embargo, el ministro congoleño de Comunicación, Lambert Mende, descartó cualquier posibilidad de negociar con los miembros del M23.

El sábado, frente al rápido avance de los rebeldes, el presidente congoleño, Joseph Kabila, convocó una reunión del Consejo Superior de Seguridad para evaluar la situación en Kivu Norte.

Tras la reunión, Kabila llamó a la movilización de todo el pueblo congoleño para derrotar lo que llamo un nuevo intento de desestabilizar a la nación.

El Gobierno reiteró nuevamente las acusaciones de que Ruanda está apoyando a los rebeldes del M23 al afirmar que “un país extranjero” está detrás de los amotinados, y que sin su apoyo militar, los insurgentes ya hubieran sido derrotados.

De hecho, un reciente informe de la ONU afirma que los rebeldes tienen reciben el apoyo de los altos responsables ruandeses, entre ellos el del ministro de Defensa y también el jefe de Estado.

La RDC está inmersa aún en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), en el que se involucraron varios países africanos.