Libreville (AFP). Los rebeldes centroafricanos de la coalición Seleka anunciaron el sábado su entrada en Bangui, la capital, pidieron a las Fuerzas armadas centroafricanas (Faca) que no opongan resistencia y exigieron que el presidente François Bozizé se vaya.
Pero una fuente militar centroafricana que requirió anonimato lo desmintió y aseguró que los rebeldes no han cruzado la barrera del PK 12 (punto kilométrico 12) que marca la entrada de la capital y donde se encuentran concentradas fuerzas armadas.
Francia pidió "el sábado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", anunció a la AFP un portavoz diplomático de la Presidencia francesa. París pide también a sus ciudadanos que "no salgan de casa".
"Los surafricanos están en el PK 12 y retrasan el avance rebelde. Bloquean la carretera. Según nuestras informaciones, los rebeldes se han infiltrado con hombres a pie en la capital pero no han penetrado con vehículos debido a la presencia de las fuerzas surafricanas", indicó a su vez a la AFP una fuente de la Fuerza Multinacional de África Central (FOMAC).
La caída del presidente Bozizé, que guarda silencio, es inminente, según esa fuente, "para esta noche o en cuestión de días".
Bangui estaba a oscuras. La circulación era prácticamente inexistente por la noche, aparte de los vehículos militares que recorrían las grandes arterias.
"Nuestros elementos acaban de entrar al PK 12 (punto kilométrico 12 que marca la entrada a Bangui). Pedimos a la población permanecer en sus casas, a las Faca que no combatan y al presidente Bozizé que se vaya", anunció desde París uno de los portavoces de la rebelión, Eric Massi.
"Pedimos a nuestras fuerzas en el terreno que no cometan ningún abuso, ningún saqueo, ningún ajuste de cuentas contra los habitantes", añadió.