La Paz. AP, EFE. El fracaso de negociaciones entre el Gobierno de Bolivia y sindicatos por un aumento de las jubilaciones radicalizó las protestas convocadas por la Central Obrera Boliviana (COB) , que ayer cumplieron 11 días, con cortes de rutas y llamados a un motín policial.
Una reunión crucial concertada entre el Gobierno y el mayor sindicato del país fracasó en las primeras horas de ayer, lo que acentuó la beligerancia de los sindicatos.
“Hubiéramos querido llegar a un acuerdo escrito. No fue posible y lo único que pedimos es que el país vuelva a la normalidad”, dijo el ministro de Trabajo, Daniel Santalla.
Mientras, el presidente Evo Morales llamó a sus seguidores a “defender la democracia” ante el temor a que las movilizaciones deriven en una intentona golpista.
Morales volvió a acusar a la Central Obrera Boliviana (COB) de estar fraguando un golpe de Estado al pedir “a gritos” el amotinamiento de la Policía, tras casi dos semanas de movilizaciones por la mejora de las pensiones de jubilación.
Según el mandatario, la actitud de la COB “no es una reivindicación, sino una acción política” .
Debido al fracaso de las negociaciones, la tensión social ha ido en aumento y nuevos sectores se han plegado a los reclamos.
Masivas movilizaciones de mineros, maestros y fabriles recorrieron la mañana de ayer las calles de La Paz, acompañando su paso con estruendosas explosiones fulminantes de dinamita.
Algunos manifestantes trataron de ingresar en la céntrica plaza de Armas y chocaron con una guardia policial antimotines que los dispersó con gases lacrimógenos.
El Gobierno insiste en que la propuesta de la COB de otorgar un 100% de jubilación a los mineros y 80% al resto de actividades es técnicamente insostenible.