Problemas de seguridad en otro pozo de BP al sur de Nueva Orleans

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Houston (AP). La empresa petrolera británica cuyo pozo provocó la fuga colosal en el Golfo de México, también posee otro pozo con problemas de seguridad, el Atlantis.

El pozo de Golfo México, Deepwater Horizon, operaba con documentos de ingeniería incompletos e inadecuados. Un funcionario advirtió que podría llevar al operador a un error catastrófico, según demuestran registros y entrevistas.

En febrero, dos meses antes de que ocurriera el derrame por la explosión del pozo Deepwater Horizon, 19 legisladores convocaron a la oficina que revisa la perforación marítima para que investigara quejas en torno al pozo Atlantis, perteneciente a BP, y que se ubica a 2.155 metros (7.070 pies) de profundidad y a más de 240 kilómetros (150 millas) al sur de Nueva Orleáns.

Una empresa independiente contratada por BP, PLC comprobó las quejas en el 2009 y descubrió que la gigantesca empresa petrolera estaba violando sus propias políticas al no haber concluido la documentación de ingeniería que debería estar en el pozo Atlantis cuando comenzó a operar en el 2007.

La firma del ex juez federal Stanley Sporkin, la cual hizo la investigación a BP, indicó que las quejas en torno al pozo tenían fundamento, y eso era todo. La firma fue contratada por BP en el 2006 a fin de que actuara como oficina independiente para recibir e investigar quejas de empleados.

“Los documentos de ingeniería (que contemplan todas las medidas de seguridad) deben ser un claro mapa de instrucciones para iniciar y detener con seguridad la producción de una enorme plataforma petrolera marítima” declaró Sporkin.

La lucha contrareloj de BP lleva casi cuatro semanas para detener el vertido de petróleo en el Golfo de México. Tampoco hoy pudo reportar progresos, según anunció hoy Tony Hayward, presidente de la compañía a la emisora británica BBC.

“Detener la salida de petróleo del lecho marino podría demandar entre una semana y diez días y en el peor de los casos podría dilatarse mucho más”, agregó el directivo.

El último proyecto había sido colocar un tubo dentro del ducto dañado, a 1.500 metros de profundidad, con el que la compañía podría comenzar a traspasar el petróleo de la fuga a un tanque.

De esta manera se podría reducir la cantidad de petróleo, estimada en 5.000 barriles diarios, que mana al mar desde que se produjo el accidente de la plataforma Deepwater Horizon.

Sin embargo los resultados de hoy contradicen esas expectativas.

En tanto, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, considera que la solución está demandando demasiado tiempo, llamó a la razón tanto a la industria como a las autoridades que mutuamente se inculpan. "Lo que realmente importa: el petróleo fluye en el mar. Y a esto debemos ponerle fin lo antes posible", aseveró Obama en un discurso inusualmente severo.

"Hacemos todo lo que está a nuestro alcance para cerrar la salida del crudo, quitar el petróleo de la superficie del mar y proteger las costas", indicó Hayward en una rápida reacción a las palabras de Obama. Dijo que comprende la impaciencia del presidente.

La empresa ocupó a cientos de científicos y especialistas en su centro de intervención en Houston, estado de Texas, en Estados Unidos. Este equipo de crisis hace casi a diario nuevas propuestas para detener la salida de petróleo, pero hasta aquí sin éxito.

La petrolera utilizará los químicos directamente en la zona de las fugas de crudo, para convertir el vertido en un líquido menos dañino y más ligero antes de que llegue a la superficie del mar. Hasta ahora su uso estaba permitido sólo en la superficie.

BP utilizó hasta ahora, según sus propias fuentes, 1,8 millones de litros de la sustancia en cuestión, llamada corexit. Sus detractores critican que aún se conoce demasiado poco sobre el efecto del químico en la vida marina.

La plataforma "Deepwater Horizon" se hundió hace más de tres semanas tras una explosión. Desde entonces vierte al mar al menos 700 toneladas diarias de petróleo.

“El operar un pozo petrolero con información errónea o incompleta equivale a cocinar un platillo sin tener la receta”, indicó el profesor de ingeniería de la Universidad de California en Berkeley, Robert Bea. Es un experto en tubería petrolera que ha estado revisando las quejas internas y estudió la explosión que destruyó la plataforma Deepwater Horizon que provocó el derrame petrolero en el Golfo de México.

“Son los síntomas de un sistema enfermo. Este tipo de descuidos es lo que lleva a los desastres. El descuido es por parte de la industria y también del gobierno, pues es un problema compartido”, agregó Bea.

BP y el Servicio Federal de Minerales y de Administración, que regula la perforación de pozos petroleros, no respondieron a las denuncias internas.

Sin embargo, en enero, un abogado de la BP escribió una carta al Congreso afirmando que la empresa está cumpliendo con todas las demandas federales y que el pozo Atlantis ha operado con tanta seguridad que incluso recibió un premio.

“ BP ha revisado las quejas y descubrió que éstas carecen de sustento”, señaló Karen K. Westall, directora del departamento legal de BP.