Primer ministro de Irak ofrece amnistía a rebeldes sin delitos de sangre

La oferta se produce después de que el martes fracasara una sesión parlamentaria en la que debía iniciar un proceso de formación de gobierno, crucial para contrarrestar la ofensiva yihadista

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Bagdad.

El primer ministro iraquí Nuri al Maliki ofreció este miércoles una amnistía general en un aparente intento por debilitar el apoyo del que gozan los insurgentes sunitas que se han apoderado de varias zonas de Irak.

"Anuncio una amnistía para todas las tribus y personas implicadas en acciones contra el Estado, pero que ahora "recuperaron el juicio, con las excepción de las personas que hayan cometido asesinatos", declaró Maliki.

La oferta de Maliki se produce después de que el martes fracasara una sesión parlamentaria en la que debía iniciar un proceso de formación de gobierno, crucial para contrarrestar la ofensiva yihadista que ha sumido al país en el caos.

La sorpresiva declaración de Maliki, realizada durante su discurso televisado semanal, fue percibida como un intento de dividir a la heteróclita alianza yihadista, compuesta además por partidarios del fallecido dictador Sadam Husein y tribus antigubernamentales.

Se desconoce por el momento cuántas personas podrían beneficiarse de esta amnistía, pero para los analistas será necesaria alguna forma de reconciliación política para convencer a los árabes sunitas de dar la espalda a sus correligionarios y a los yihadistas para unirse a un gobierno al que acusan de marginarlos.

Gobierno de unidad. Estados Unidos instó a Irak a "formar de toda urgencia" un nuevo gobierno, y advirtió que el tiempo corre contra Irak.

"El destino de Irak está en juego en estos momentos", declaró la portavoz adjunta del departamento de Estado norteamericano, Marie Harf. "Los dirigentes de Irak deben tomar una decisión crucial para el destino de su país", añadió.

El enviado de la ONU Nickolay Mladenov dijo por su parte que los diputados iraquíes "necesitan darse cuenta que (el país) no vive una situación normal".

El martes, la primera sesión del Parlamento se desarrolló en el caos total, entre diatribas y recriminaciones de kurdos y sunitas contra el gobierno del primer ministro Maliki.

La sesión se levantó finalmente sin que los diputados lograran ponerse de acuerdo para elegir un presidente del Parlamento, primera etapa en el proceso de formación de un gobierno. La próxima sesión tendrá lugar el 8 de julio.

Después de elegir al presidente del Parlamento, los diputados deberán nombrar al presidente de la República, quien a su vez deberá designar a un candidato del bloque parlamentario que encabezó las legislativas para formar un gobierno.

En el terrerno. No obstante, miles de soldados, respaldados por tanques, artillería y aviones militares, han realizado avances limitados para reconquistar la ciudad de Tikrit, que cayó en manos de los yihadistas el 11 de junio.

"Están avanzando lentamente debido a que todas las casas y vehículos (en la ruta a Tikrit) han sido cargados de explosivos, y los insurgentes han colocado grandes cantidades de bombas en las carreteras y coches bomba", explicó Ahmed Abdula Juburi, gobernador de la provincia de Saladino, cuya capital es Tikrit.

El portavoz de seguridad de Maliki anunció también a periodistas que fuerzas gubernamentales se enfrentaron a yihadistas al sur de la capital, Bagdad.

Desde el 9 de junio, los yihadistas que controlan amplias regiones de la provincia de Al-Anbar (oeste), han conquistado Mosul y gran parte de su provincia Nínive (norte), así como sectores de las provincias de Dilaya (este), Saladino y Kirkuk (oeste).

La violencia dejó al menos 2.400 muertos en el mes de junio, según un balance de la ONU, una cifra mensual récord en los últimos años.

La ofensiva yihadista ha provocado además miles de desplazados y creado "una situación extremadamente peligrosa" para los niños, según las Naciones Unidos, que alertó sobre "inquietantes noticias" de reclutamientos de niños soldados.