Presidente sirio anuncia referendo constitucional

ONU calcula que 400 han muerto desde la llegada de observadores árabes

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Damasco. AFP y EFE. El presidente sirio, Bashar al-Asad, confrontado a una rebelión popular y a sanciones por la virulenta represión contra los opositores, prometió ayer un referendo, mientras la Liga Árabe denunciaba “actos de violencia” contra sus observadores en Siria.

Poco después, el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) anunció la muerte de al menos 13 civiles o desertores más, y el Consejo Nacional Sirio (CNS), que agrupa a la mayoría de la oposición, calificó de “incitación a la guerra civil” el discurso pronunciado ayer por el mandatario.

Al-Asad aseguró que nunca ordenó disparar contra manifestantes, prometió un referendo en marzo y juró combatir con “mano de hierro” el “terrorismo”.

Asimismo, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, informó de que en Siria se han producido más de 400 muertos desde el inicio de la misión de la Liga Árabe a ese país, que se suman a los 5.000 contabilizados desde el comienzo de la crisis.

Nueva promesa. Al-Asad ya ha prometido varias reformas, sin llegar a materializarlas. Ayer anunció que en la primera semana de marzo habrá una consulta para reformar la Constitución, que da predominancia absoluta sobre la vida política al partido gobernante. También comunicó que en mayo podría haber elecciones generales, ya con la nueva Carta Magna en vigor.

Además, el jefe de Estado negó haber ordenado disparar contra manifestantes. “Según la ley, nadie puede abrir fuego, como no sea en defensa propia”, añadió al-Asad, quien sucedió a su padre en el cargo en el 2000.

El régimen atribuye la revuelta a “bandas armadas” y a “grupos terroristas” manipulados desde el exterior.

Al-Asad volvió a acusar a “actores regionales e internacionales” de “tratar de desestabilizar” al país y acusó a “los medios internacionales de intentar incesantemente que Siria se derrumbe”.

La intervención de al-Asad se produce en plena controversia sobre la misión de observadores de la Liga Árabe, presente en Siria desde el pasado 26 de diciembre para elaborar un informe sobre la situación del país.

El secretario general de la Liga, Nabil al-Arabi, denunció ayer “actos de violencia contra sus observadores llevados a cabo por partidarios del régimen y por individuos considerados como miembros de la oposición”.

Para Estados Unidos, al-Asad “parece negar enérgicamente toda responsabilidad” en la violencia “de sus propias fuerzas”.