Asunción. AFP. El presidente paraguayo, Fernando Lugo, fue dado de alta ayer del hospital de Sao Paulo en donde recibió tratamiento oncológico y regresó a Asunción en donde dijo sentirse renovado.
Lugo permaneció 5 días en el hospital Sirio Libanés de Sao Paulo en donde se le confirmó un cáncer linfático. Los especialistas brasileños confirmaron también la "hipótesis de compromiso óseo" y el jueves se inició la primera sesión de quimioterapia.
El mandatario de 59 años, ex obispo católico, padece de un linfoma no Hodgkins en su ingle, y presenta un nódulo en el mediastino (caja toráxica) y una lesión en la tercera vértebra de la zona lumbar. El linfoma es un cáncer que afecta el sistema linfático, que forma parte del sistema inmunológico.
Según los médicos, las próximas cinco sesiones deben ser realizadas en Paraguay, aunque el mandatario deberá retornar a Sao Paulo tras la tercera sesión para realizar un control de la evolución del tratamiento.
Los médicos estiman que el tratamiento puede llevar de cuatro a seis meses.
"No esperen ver un presidente decaído, débil sino alguien que viene renovado", dijo Lugo al llegar al aeropuerto internacional de Asunción en donde lo aguardaban funcionarios y simpatizantes. Emocionado, afirmó que su cuadro es es "controlable y reversible"
"Los médicos han determinado en Paraguay y confirmado en Brasil que me encuentro con un cuadro oncológico. Afortunadamente para mi persona, para el ser humano que tienen ante ustedes, el cuadro es controlable y reversible", insistió.
Lugo trató de demostrar fortaleza en su reaparición pública y se aprestaba a recibir este mismo sábado al presidente de Bolivia Evo Morales y el domingo a su homólogo de Uruguay José Mujica.
Ambos viajaron a saludarlo por el segundo aniversario de su asunción al poder.
La oposición en el congreso anunció que seguirá de cerca la evolución de la salud de mandatario.
El senador Hugo Estigarribia, presidente de la comisión de asuntos constitucionales, le recomendó pedir permiso cada vez que sea sometido a quimioterapia, para las cinco sesiones cada 21 días que le quedan.
La enfermedad de Lugo causó un gran revuelo en los medios políticos, donde ya se plantea la eventualidad de la sucesión presidencial por su vicepresidente, Federico Franco, perteneciente al partido Liberal (derecha).