Presidente egipcio, Mohamed Mursi, denuncia matanza sectaria

Cuatro musulmanes chiíes muerieron a manos de una turba suní

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El Cairo

El presidente egipcio, Mohamed Mursi, condenó el lunes la matanza de cuatro musulmanes chiíes a manos de una turba suní, supuestamente incitados por los salafistas ultraconservadores en un pueblo cerca de El Cairo.

En una declaración, el presidente aseguró que las autoridades no serán " indulgentes " con cualquiera que interfiera con la seguridad y estabilidad nacionales o que perjudique la sociedad.

La declaración hizo eco de otra expresada poco antes por el primer ministro Hesham Kandil. Ambos dijeron que los culpables deben ser hallados rápidamente y llevados ante la justicia.

Egipto es una nación de enorme mayoría suní con una pequeña minoría chií. Un 10% de los 90 millones de habitantes son cristianos.

Según funcionarios de seguridad, el ataque del domingo se produjo después que oradores salafistas en el pueblo de Zawiyet Abu Muslim dieron a una pequeña comunidad chií local un ultimátum para que abandonaran el pueblo al anochecer. Agregaron que varios salafistas se sumaron a la multitud. Hablaron con la condición del anonimato por no estar autorizados a hablar con la prensa.

El incidente también se produce en medio de un aumento de declaraciones hostiles contra chiíes, incluso por los aliados intransigentes de Mursi, alimentados en parte por la creciente división sectaria en la guerra civil siria.