Presidente de Yemen resultó herido en ataque con obuses

En un mensaje de audio aseguró estar bien luego de horas de incertidumbre

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Saná. AFP. El presidente yemení Alí Abdalá Saleh, herido ayer en un bombardeo al Palacio Presidencial en Saná, aseguró que se encuentra bien en un mensaje de audio, después de varias horas de incertidumbre sobre su salud.

“Estoy bien, estoy con buena salud”, afirmó el jefe de Estado en su mensaje difundido por la televisión estatal y precisó que el bombardeo de la mezquita del Palacio Presidencial había dejado siete muertos.

Según un responsable del partido gubernamental, Saleh resultó “herido levemente en la cabeza” en el bombardeo del Palacio Presidencial.

El presidente acusó a los “hijos de al-Ahmar”, en referencia al jeque Sadek al-Ahmar y sus seguidores, y llamó a “las Fuerzas Armadas a limpiar las instituciones del Estado de esas bandas”.

La televisión estatal desmintió la información de la muerte del presidente que había dado el canal Suheil, controlado por la potente tribu de los Hashed.

La Casa Blanca condenó ayer en un comunicado “los actos de violencia sin sentido en Yemen, incluido el ataque contra el Palacio Presidencial en Saná”.

Por su parte, Francia y Reino Unido volvieron a reclamar la marcha del poder de Saleh y pidieron a sus ciudadanos en Yemen que abandonen ese país.

La Unión Europea activó un mecanismo para ayudar y coordinar la evacuación de todos los ciudadanos europeos residentes en Yemen y que quieran abandonar el país, informó la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton.

En el ataque contra el Palacio Presidencial, además de Saleh, también resultaron heridos varios altos responsables yemeníes como el primer ministro, Alí Mohamed Mujawar, los presidentes de la Cámara de Diputados, Yahia al-Rai, y del Consejo Consultivo, Abdel Aziz Abdel Ghani, y el consejero de prensa del presidente, Abdo Burji, según informó un responsable del partido gubernamental.

Al gobernador de Saná, Nooman Duik, le tuvieron que amputar un brazo y una pierna por las heridas sufridas, informó este responsable, que pidió el anonimato.

Como respuesta, las tropas leales a Saleh bombardearon la residencia del jeque Hamid al-Ahmar, hermano del jefe tribal de los Hashed, Sadek, cuyos seguidores se enfrentan violentamente contra el ejército desde hace 10 días, después de que su jefe se uniese al movimiento de contestación del régimen yemení.

La Guardia Republicana, cuerpo de élite del Ejército, también bombardeó las residencias de otros dos hermanos de Sadek al-Ahmar y la del general disidente Ali Mohsen al-Ahmar “en respuesta a los tiros de obuses contra el palacio presidencial”, declaró el portavoz del partido gubernamental, Tarek Chami, quien responsabilizó de ese ataque a la tribu de los Hashed.

El jeque Hamid al-Ahmar rechazó esas acusaciones y aseguró que Saleh era el instigador del ataque al Palacio Presidencial para provocar “una guerra civil”.

Ayer por la noche, la capital yemení ofrecía una imagen fantasmagórica, inmersa en la oscuridad por un corte de la corriente y con un importante despliegue de las fuerzas de seguridad.

En Taez (sur), cuatro militares y dos manifestantes murieron ayer cuando los soldados se enfrentaron con los manifestantes que intentaban marchar hacia la plaza de la Libertad, donde el lunes murieron 50 personas al dispersarse una manifestación.

En el plano diplomático, el presidente senegalés, Abdoulaye Wade (presidente de la Organización de la Conferencia Islámica) aseguró ayer que Saleh le pidió que contacte con varios países, entre ellos EE. UU y Francia, para organizar unas elecciones antes de dejar el poder.