Presidente de Egipto se aferra al poder y a preservar su legitimidad

Este martes unas 16 personas murieron y otras 200 resultaron heridas durante manifestación

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El Cairo, Egipto

El presidente egipcio, Mohamed Mursi, excluyó la noche de este martes una salida anticipada del poder, declarándose dispuesto a "dar la vida" para preservar su "legitimidad" y pidiendo que el ejército que retire su ultimátum, que expira el miércoles, para que él se incline ante "las reivindicaciones del pueblo".

Por la noche, 16 personas murieron y 200 resultaron heridas en un ataque contra una manifestación en apoyo al presidente islamista en las afueras de la Universidad de El Cairo", informó la televisión estatal, citando al ministerio de Salud. Otras siete personas murieron en choques en otros lugares de El Cairo.

Hablando por la televisión, el jefe de Estado dijo, con tono combativo que "el pueblo me eligió en elecciones libres y equitativas" y añadió que "seguirá asumiendo la responsabilidad" del país.

La "legitimidad" es "la única garantía contra el derramamiento de sangre", dijo, en respuesta implícita a los que cree que su salida permitiría resolver las tensiones en el país.

Tras advertir contra la "trampa" de la violencia sin fi", la que ya dejó 47 muertos en una semana de manifestaciones, Mursi indicó que estaba dispuesto a dar la vida para proteger a esta legitimidad.

El presidente reiteró su llamado al diálogo para sacar al país de la crisis, que la oposición ha ignorado en forma reiterada, estimando que era una fachada.

Poco antes, en su cuenta de Twitter, Mursi había llamado a las fuerzas armadas a "retirar su advertencia", al tiempo que rechazaba cualquier "diktat", en referencia al ultimátum militar, que para sus partidarios en un golpe de fuerza para que se vaya.

Estas declaraciones fueron hechas tras haberse reunidos durante todo el día con el ministro de Defensa y con jefe del ejército, el general Abdel Fatah al Sisi, el hombre que al parecer le impone condiciones.

En caso de que su ultimátum no tuviera efecto, el ejército dijo el lunes que se implementará una "hoja de ruta" para resolver la crisis, pero afirmando que esto no significará un "golpe de Estado".

Las grandes líneas de esta "hoja de ruta" fueron reveladas el diario gubernamental Al-Ahram, bajo el título "Hoy, licenciamiento o dimisión".

Según el diario, la "hoja de ruta" prevé una "suspensión de la Constitución" aprobada en diciembre, pero acusada por los críticos de Mursi allanar el camino para una islamización de la legislación.

Una nueva Constitución será redactada por expertos, "teniendo en cuenta las necesidades de los diferentes componentes del pueblo", la que "será sometida a referéndum", indica el periódico.

Este texto deberá ser aprobado por Al-Azhar, la máxima autoridad religiosa sunita del país.

Al mismo tiempo, "un Consejo Presidencial de tres miembros, encabezada por el Presidente de la Corte Suprema Constitucional" se encargará de "administrar los asuntos del país" durante "un período transitorio de nueve meses a un año".

Este Consejo es una exigencia de la oposición, incluido el movimiento Tamarrod (rebelión, en árabe) que está en el origen de las protestas masivas que han pedido la dimisión de Mursi.

Además, "un gobierno provisional, sin afiliación política" será formado para "período de transición", bajo "la dirección de uno de los jefes del ejército".

La policía fue desplegada en la capital, en donde la mayoría de comercios permanecían cerrados, y en donde las calles, casi desiertas, contrastaban con la actividad habitual de la metrópoli egipcia.

Uno de los líderes de los Hermanos Musulmanes, el poderoso movimiento islamista del que hace parte Mursi, urgió a los egipcios a estar dispuestos a sacrificar sus vidas para prevenir un golpe de Estado, e hizo referencia a la sangre vertida para obtener la caída del expresidente Hosni Mubarak en 2011.

Por otra parte, la oposición egipcia anunció este martes la designación de Mohamed ElBaradei, exdirector de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), como su representante con vistas a una transición política.