Tributo en Estados Unidos a periodistas muertos en pleno trabajo

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Roanoke, EE. UU. AFP. Muestras de dolor y tributos en honor a dos periodistas asesinados el miércoles por un excolega que luego se suicidó, tuvieron lugar este jueves en Estados Unidos, mientras el tema del control de armas volvía al primer plano.

La reportera Alison Parker, de 24 años, y el camarógrafo Adam Ward, de 27, fueron ultimados a tiros por Vester Lee Flanagan mientras realizaban una entrevista en vivo para el canal WDBJ, afiliado a CBS en Roanoke, Virginia, unos 385 km al sureste de Washington.

Flanagan, de 41 años y negro, había trabajado para WDBJ hasta su despido en el 2013, “tras varios incidentes que hicieron aflorar su ira”, dijo el gerente del canal, Jeffrey Marks.

El personal de la cadena de televisión realizó este jueves un momento de silencio al cumplirse 24 horas exactas de los asesinatos. “Con el tiempo, nos repondremos”, dijo la compungida presentadora del noticiero, Kimberly McBroon, tomada de la mano con dos colegas.

Fuera de las puertas del canal, las personas rendían honor a los dos periodistas muertos colocando ramos de flores y atando globos a un árbol, junto con cintas negras en señal de luto.

“Ella tenía la vida por delante. Yo tenía una vida por delante junto a ella”, dijo el presentador de WDBJ Chris Hurst, novio de Parker, a NBC News.

“¿Cuantas masacres tenemos que padecer para que el público proteste a gritos?”, se preguntó el alcalde de Roanoke, David Bowers, en la cadena CNN. “No hemos llegado a un acuerdo sobre esto (la posesión de armas) en Estados Unidos”.

Familiares, amigos y toda la comunidad lloraba las muertes, que renovaron las exhortaciones a limitar el acceso a las armas de fuego en Estados Unidos. Una vez más el recurrente tema de la violencia quedó sobre el tapete. Al parecer, Flanagan compró el arma en forma legal.

“Me destroza el corazón que pase algo como esto”, dijo el presidente Barack Obama a WPVI, estación local de la cadena ABC en Filadelfia. “Lo que sabemos es que quienes mueren en hechos relacionados con armas de fuego son muchos más que las víctimas del terrorismo”, recordó.

La Casa Blanca llamó nuevamente al Congreso a legislar sobre la venta y utilización de armas de fuego.

“Debemos actuar para detener la violencia con armas de fuego, no podemos esperar más”, escribió la candidata demócrata Hillary Clinton en Twitter.

Pero las esperanzas son pocas desde que el Congreso se convirtió , en noviembre del 2014, mayormente republicano y hostil a cualquier regulación del acceso a las armas, cuya posesión esta autorizada por la Segunda Enmienda de la Constitución.

Andy Parker, padre de Alison, lanzó , después de los asesinatos, un dolido llamado para controlar las armas.

“Debemos hacer algo respecto a la gente loca que accede a armas”, dijo a Fox News, prometiendo “hacer todo lo posible para hacer adoptar una legislación sobre armas de fuego y llenar los vacíos legales y la verificación de antecedentes” del comprador.

Por su parte Walmart, la cadena de tiendas minoristas, indicó este jueves que no volverá a vender AR-15 y otras armas semiautomáticas a causa del descenso de la demanda, y que se centrará en cambio en pistolas y rifles.

Para el turbulento candidato republicano Donald Trump, el problema no está en las armas, sino en las enfermedades mentales. “Deberían concentrarse en eso (la salud mental) más que en las armas porque hay mucho que hacer”, dijo Trump.

En un manifiesto enviado a la cadena ABC News, supuestamente por Flanagan, este dice haber sido llevado al límite por la masacre en junio de feligreses negros en una iglesia de Charleston, Carolina del Sur.

“El tiroteo en la iglesia fue el punto culminante (...) pero mi rabia iba en aumento (...) era una bomba humana (...) esperando hacer BOOM!!!", señaló en el texto.

En el documento, que califica de aviso de “suicidio para amigos y familiares”, se queja de discriminación racial y acoso “por ser un hombre gay negro”.

Unas horas después del ataque, un inquietante video de los asesinatos, aparentemente filmado por el propio Flanagan, fue subido a Facebook y Twitter. El violento episodio puso de manifiesto cómo la Internet puede ser una vidriera para publicitar un crimen.