Ciudad de Guatemala. Un Tribunal de Guatemala ordenó este viernes el cierre del juicio contra el recientemente fallecido exdictador Efraín Ríos Montt, acusado de genocidio, informó una fuente del caso.
El abogado defensor, Jaime Hernández, dijo que el Tribunal de Mayor Riesgo B accedió durante una audiencia a la petición para decretar el cese de la persecución y de responsabilidad penal a favor del exjefe de Estado.
Ríos Montt, de 91 años, murió la mañana del domingo 1.° de abril a causa de un infarto en su residencia de la capital y fue sepultado el mismo día luego que la familia rechazó que recibiera honores oficiales.
“La decisión del Tribunal quiere decir que a Ríos Montt no le fue quebrantada su presunción de inocencia”, afirmó.
Hernández comentó que “los tratados internacionales y la Constitución de Guatemala establecen en forma categórica que una persona no es culpable hasta que una sentencia no se encuentre debidamente ejecutoriada”.
“Y al no encontrase una sentencia debidamente ejecutoriada, Ríos Montt muere y su deceso se lleva a cabo sin que sea declarado culpable; al contrario, como no es declarado culpable, obviamente se fue (murió) inocente”, puntualizó.
El exdictador había sido condenado en el 2013 a 80 años de cárcel al ser encontrado culpable de asesinar a 1.771 indígenas mayas ixiles en el departamento de Quiché (norte) durante su régimen entre 1982 y 1983.
Pero esa sentencia fue anulada días después por la máxima instancia judicial del país que ordenó un nuevo juicio especial tras diagnosticársele con demencia senil y otros serios padecimientos médicos.
Decenas de familiares de víctimas acudieron este viernes a la audiencia con pancartas con fotografías de sus seres queridos para pedir la continuidad del juicio y demandar justicia por el genocidio. “La búsqueda del pueblo ixil por la justicia no termina con la muerte de Ríos Montt”, se leía en uno de los carteles.
El periodo del régimen de Ríos Montt fue considerado uno de los más violentos de los 36 años de guerra civil que ensangrentó el país (1960-1996), según un informe de la ONU de 1999 donde se afirma que en Guatemala se cometió un genocidio.
El documento precisó que entre 1978 y 1984 se produjo el 91% de las violaciones de derechos humanos de la guerra, que dejó 200.000 muertos o desaparecidos.