Tormenta Snowzilla paraliza Washington y Nueva York

Al menos 14 personas murieron en hechos asociados con el fenómeno

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Nueva York, Estados UnidosAFP. Una gigantesca tormenta sepultó el sábado bajo la nieve al este de Estados Unidos, paralizó grandes ciudades como Washington y Nueva York y dejó al menos 14 muertos.

Apodada Snowzilla (mezcla de ‘snow, nieve en inglés, y el nombre del monstruo gigante de cine Godzilla), la tormenta afectaba el sábado a más de 85 millones de personas y provocó la anulación de 4.400 vuelos.

Por lo menos 10 personas murieron en Carolina del Norte, Maryland, Kentucky y Virginia, mientras que más de 200.000 personas quedaron sin electricidad.

En Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo prohibió el tránsito vehicular desde las 2:30 p. m. locales y cerró los puentes y túneles que comunican la turística Manhattan con Long Island al oeste y Nueva Jersey al este.

El servicio de autobuses quedó suspendido desde el mediodía y el servicio de metro que transita al aire libre quedó cerrado por la tarde. Los teatros de la famosa avenida Broadway suspendieron sus funciones, los museos cerraron y muchas tiendas hicieron lo mismo.

Los tres aeropuertos de la región (John F. Kennedy, LaGuardia y Newark, en Nueva Jersey) no registraban despegues ni aterrizajes desde las primeras horas del sábado.

El famoso Central Park registraba casi 40 centímetros de nieve a eso de la una de la tarde, según el último informe del Servicio Meteorológico Nacional (NWS), y desde entonces la nevada no cesaba. El pronóstico para la ciudad era entre 50 y 63 cm.

“¡Quédense en casa!”, reiteró el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, a lo largo de la jornada en sus mensajes a la comunidad.

Un ejército de camiones barrenieve limpiaba las calles de la ciudad. Jonás, como también se llama a la tormenta, venía acompañada de ráfagas que superan los 80 km/h.

Avenidas populares, como la Quinta o la Sexta, estaban casi vacías incluso antes de la prohibición de circular, y muchos autos estacionados ya se hallaban sepultados bajo la nieve.

En Washington, donde se registraban 45 cm de nevada hasta el sábado por la tarde, la policía del Capitolio levantó una prohibición de décadas de usar trineos en sus escaleras.

El edificio del Congreso, los monumentos nacionales y los famosos museos del Instituto Smithsonian permanecían cerrados.

Incluso una masiva pelea con bolas de nieve en el vecindario de la Rotonda Dupont en Washington, en la que unas 2.000 personas anunciaron en Facebook que participarían, tuvo que ser postergada del sábado al domingo debido a la ferocidad mostrada por la tormenta.

“Quiero ser muy clara con todos. Vemos esto como una tormenta mayor. Tiene implicaciones de vida o muerte”, declaró la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser.

El metro y los autobuses fueron clausurados en la capital por el fin de semana.

Esta tormenta podría ser casi tan grave como la de 1922, con sus 71 centímetros de nieve y que dejó 100 muertos cuando se derrumbó el techo de un teatro ante el peso de la nieve acumulada.

Miles de conductores permanecieron varados durante horas, a raíz de la crisis climática, en una helada carretera de Kentucky.

La tormenta afectaba a unos 85 millones de estadounidenses, una cuarta parte de la población del país, y podría causar daños por más de 1.000 millones de dólares, según funcionarios del NWS.

El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, suspendió los servicios de autobuses y trenes ligeros en Nueva Jersey desde la madrugada del sábado, y envió mensajes por la red Twitter a los residentes para asegurarles que la crisis estaba bajo control.

“El mensaje global es que vamos a salir de esta tormenta. Siempre lo hacemos; es la manera en que hacemos las cosas en NJ” (Nueva Jersey), escribió el gobernador, quien ganó notoriedad nacional por su actuación en la emergencia causada por el huracán Sandy, en el 2012.