Santiago Peña gana presidencia en Paraguay y confirma hegemonía del Partido Colorado

Economista de derecha obtuvo más del 42% de los votos emitidos, superando al candidato de centro-izquierda, Efraín Alegre (27%), y al anti sistema Paraguayo Cubas (22%)

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Asunción. El economista de derecha Santiago Peña, del oficialista Partido Colorado, ganó este domingo por amplio margen la presidencia de Paraguay, frente al opositor Efraín Alegre, en un proceso electoral marcado por acusaciones de corrupción contra el partido gobernante.

El conservador Peña consiguió más del 42% de los votos, frente a Alegre, que apoyado por una coalición de centro-izquierda obtuvo el 27%, según anunció la autoridad electoral de este país, la noche de este domingo, con más del 90% de las mesas electorales escrutadas.

En tercer lugar quedó Paraguayo Cubas, un exlegislador derechista anti sistema, con el 22% de los sufragios. La participación fue del 63%.

Peña, de 44 años, debe reemplazar al presidente Mario Abdo Benítez a partir del 15 de agosto por un periodo de cinco años. En sus primeras palabras, el ganador agradeció al exmandatario Horacio Cartes (2013-2018), su padrino político, sancionado por Estados Unidos como “significativamente corrupto”.

“Muchas gracias mi querido presidente de la Asociación Nacional Republicana (ANR, Partido Colorado), Horacio Cartes. Admiro la inmensidad de tu obstinada dedicación al partido”, dijo en su compañía, ante los seguidores que lo vitorearon, en la sede del comando de campaña.

Poco después del anuncio de la justicia electoral, Alegre reconoció su derrota.

“El esfuerzo no ha sido suficiente. El pueblo en su mayoría votó por el cambio, pero por la división no ha sido posible. La ciudadanía nos señala que unidos somos mayoría”, dijo ante la prensa.

Peña, es un economista de 44 años, fue educado en la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, de Paraguay; y en la Universidad de Columbia, de Estados Unidos. En agosto tomará posesión como presidente, cargo que ejercerá por los próximos cinco años.

El actual mandatario paraguayo, Mario Abdo Benítez, felicitó a Peña por su victoria y añadió que contribuiría con su sucesor para facilitar el cambio de mando.

Así lo hizo a través de su cuenta de Twitter: “Felicidades al pueblo paraguayo por su gran participación en esta jornada electoral y al presidente electo @SantiPenap. Trabajaremos para iniciar una transición ordenada y transparente, que fortalezca a nuestras instituciones y a la democracia del país”.

Hegemonía colorada

El Partido Colorado ha gobernado Paraguay durante la mayor parte de las últimas siete décadas, en dictadura y en democracia, con una sola interrupción durante el gobierno del izquierdista Fernando Lugo (2008-2012), destituido en un juicio político un año antes de terminar su mandato.

Los colorados “en la adversidad saben superar obstáculos para permanecer en el poder”, comentó a la AFP Roberto Codas, analista político y económico de la consultora Desarrollo Empresarial.

“En este caso le ayudó ‘Payo’ Cubas que quedó como tercera fuerza. Le sacó votos a ambas agrupaciones, pero los más perjudicados fueron los opositores de la Concertación”, sostuvo.

‘Significativamente corruptos’

La campaña electoral se desarrolló en simultáneo con sanciones de Estados Unidos contra algunos de los más importantes líderes colorados, como Cartes y el vicepresidente Hugo Velázquez.

Paraguay, en el centro de América del Sur, es considerado como un lugar de tránsito de las drogas hacia Brasil y Argentina para su salida luego hacia Europa y Asia.

En 2022 fueron asesinados el fiscal antimafia Marcelo Pecci y el alcalde José Carlos Acevedo, en crímenes atribuidos al narcotráfico.

Aunque Paraguay tiene una de las economías de mayor crecimiento en América Latina —con una previsión del 4,5% del producto interno bruto (PIB) para el 2023, según el Fondo Monetario Internacional (FMI)— la pobreza alcanza al 24,7% de la población, con enormes desigualdades.

Peña ha propuesto crear 500.000 empleos. “Desde mañana (lunes para lector) empezaremos a diseñar el Paraguay que todos queremos, sin groseras desigualdades ni injustas asimetrías sociales. Tenemos mucho por hacer”, dijo Peña en su discurso de triunfo.

Para el analista económico Rubén Ramírez, el gobierno de Peña le resultará “cómodo” a los inversionistas, que valoran la estabilidad económica de Paraguay.

“Es joven, fue miembro del Consejo del Banco Central, fue ministro de Hacienda, exfuncionario del Fondo Monetario Internacional, y conoce los códigos del desenvolvimiento de un país de cara al mundo exterior en materia económica”, dijo.

Entre Taiwán y Jerusalén

En la campaña se tocaron también polémicos temas de política exterior. Peña defendió los vínculos con Taiwán, frente a declaraciones de Alegre, quien había dicho que de ganar analizaría la continuidad de esos lazos diplomáticos, pues “significan la pérdida de uno de los mercados más grandes que es China”.

El presidente electo dijo además que se propone reconocer a Jerusalén como capital de Israel, al anunciar su disposición a mudar nuevamente a esa ciudad la sede de su embajada, una medida que en consonancia con Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, había tomado Cartes al final de su gobierno y que Abdo revirtió.

“El Estado de Israel reconoce a Jerusalén como su capital. La sede del Congreso está en Jerusalén, el presidente está en Jerusalén. Entonces ¿quiénes somos nosotros para cuestionar dónde ellos establecen su propia capital?”, dijo Peña a la AFP.