Reforma migratoria en Estados Unidos pasa prueba en Senado y va a Cámara de Representantes

Ley permitiría a 11 millones de personas regularizar su estatus en Estados Unidos

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Washington. AFP Y ap. La reforma migratoria, que llevaría a la legalización de 11 millones de indocumentados y a un reforzamiento de la seguridad en la frontera con México, salió airosa ayer en el Senado, pero enfrentará una dura prueba en la Cámara Baja, donde la mayoría republicana es reacia a conceder la opción de naturalización a inmigrantes sin papeles.

Con 68 votos a favor y 32 en contra, la Cámara Alta dio el visto bueno a un plan que supone la reforma más importante del sistema de inmigración en un cuarto de siglo en Estados Unidos.

En el Senado, grupos promotores de la ley gritaban Yes we can (“Sí podemos”) y Yes we did (“Sí lo hicimos”), tan pronto el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, en calidad de presidente del foro, dio los datos de la votación.

El proyecto luego tuvo que pasar semanas de discusiones en el Comité Judicial del Senado, donde fue objeto de unas 300 enmiendas y posteriormente recibió nuevos cambios en el pleno, principalmente dirigidos a incrementar las medidas de seguridad fronterizas, cruciales para el apoyo de algunos republicanos.

Denominada Ley de Seguridad Fronteriza, Oportunidad Económica y Modernización del Sistema de Inmigración , el documento de un millar de páginas propone aumentar el número de visas de trabajo, entregar papeles a 11 millones de inmigrantes indocumentados, en su mayoría latinos, y permitirles solicitar la ciudadanía tras un periodo transitorio de 13 años.

En compensación, los aliados demócratas del presidente en el Senado aceptaron una excepcional propuesta de los republicanos de fortificar la frontera con México para evitar más gente sin papeles.

El texto ordena duplicar el número de agentes en la frontera sur y presupuesta miles de millones de dólares para completar y reforzar el vallado fronterizo (que ya tiene unos 1.100 kilómetros) al desplegar decenas de torres de vigilancia, aviones sin tripulación ( drones ) y sensores.

A medio camino. Pero la aprobación de la histórica reforma en el Senado implica la mitad del camino recorrido por este proyecto, ya que después caerá en manos de la Cámara de Representantes, dominada por la oposición republicana.

Aun podrían pasar meses antes de que un texto definitivo llegue al escritorio de Barack Obama para promulgarlo como ley, pero es lo más cerca que han estado los millones de inmigrantes indocumentados de obtener sus papeles.

En gira por África, el presidente instó a los representantes a dar el espaldarazo a la iniciativa. “Hoy (ayer), el Senado hizo su trabajo. Ahora le toca a la Cámara Baja hacer lo mismo”.

Pero, consciente de los problemas que el proyecto deberá afrontar, Obama indicó: “Ahora es cuando nuestros oponentes se esforzarán más para destruir este esfuerzo bipartidista y así evitar que una reforma sensata se convierta en realidad. No podemos permitirlo” .

El senador republicano por Alabama Jeff Sessions, crítico acérrimo de la reforma, vio como “significativo” que no se hayan alcanzado los 70 votos porque “garantiza que la Cámara Baja tiene margen suficiente para trazar una ruta opuesta y rechazar esta iniciativa ” .

Mientras el liderazgo nacional del Partido Republicano ha expresado la urgencia de apoyar una reforma migratoria como una manera de reconciliarse con los hispanos que votaron en noviembre abrumadoramente a favor de reelegir a Obama , muchos legisladores republicanos más bien definen sus estrategias pensando en la realidad política de sus distritos.

Quienes buscan reelegirse en las elecciones de medio término del 2014, apoyar una reforma podría ponerlos en desventaja frente a rivales que cuenten con el apoyo del grupo radical conservador Tea Party y que los acusen de facilitar una “amnistía” migratoria.

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