Porto Alegre, Brasil. - Los actos a favor de Luiz Inácio Lula da Silva se iniciaron este martes en Porto Alegre (sur), antes de la llegada del expresidente brasileño para enfrentar un juicio de segunda instancia que amenaza su candidatura a las elecciones de octubre.
Lula (gobernó entre 2003 y 2010) fue condenado en julio a 9 años y medio de cárcel en el marco de la Operación Lava Jato, que investiga una red de sobornos en Petrobras, pero recurrió esa sentencia en libertad.
El Partido de los Trabajadores (PT), el Movimiento de los Sin Tierra (MST) y otros grupos de izquierda movilizaron hacia la capital de Rio Grande do Sul más de 200 autobuses procedentes de todo el país, de acuerdo con los organizadores.
Grupos de derecha, que rechazan al exgobernante, también convocaron a manifestaciones para el miércoles, cuando se espera el veredicto del tribunal.
Las autoridades montaron un dispositivo especial de seguridad y el tribunal, lindante con un río, será protegido con apoyo de barcos y helicópteros y un bloqueo perimetral terrestre, aéreo y fluvial.
Pasos de supuesto golpe
La exmandataria y ahijada política de Lula, Dilma Rousseff (2011-2016), participó por la mañana en un acto de mujeres, durante el cual denunció “la tercera etapa del golpe”.
La primera, adujo, fue su destitución por acusaciones de manipular cuentas públicas; la segunda consistió en los ajustes llevados a cabo por el gobierno conservador de Michel Temer; y la tercera apuntaría a “destruir al PT y sobre todo a nuestro líder, Luiz Inácio Lula da Silva”, declaró.
El acto matutino debía llevarse a cabo en la sede de la Asamblea Legislativa de Rio Grande do Sul, pero un corte de luz, sobre el cual hasta el momento no hay explicación oficial, obligó a desplazarlo al exterior.
Varias participantes denunciaron que eso fue un acto intencional.
Lula, de 72 años, debía participar en una marcha que congregará a miles de sus partidarios en la tarde, antes de regresar a Sao Paulo para esperar el veredicto.
Los mercados apuestan por una confirmación de la condena a Lula, de acuerdo con numerosos analistas.
“Los mercados no pueden esconder su entusiasmo: un fallo contrario a Lula, que ha prometido revertir parte de las reformas promercado del presidente Michel Temer, es visto en general como un golpe fatal para sus aspiraciones electorales”, afirmó el analista Silvio Cascione en una nota de la consultora Eurasia.
Lula fue condenado como beneficiario de un apartamento en el balneario paulista de Guarujá, que le dio la constructora OAS a cambio de contratos en la empresa estatal Petrobras.
Riesgo para Lula
Si el Tribunal Regional Federal 4 (TRF4) confirma esta condena, Lula podría ver su candidatura a las presidenciales de octubre rechazada por la justicia electoral y hasta ser encarcelado una vez que haya agotado los recursos.
Pero existen varios escenarios, que dependen en primer lugar de los tres jueces del TRF4: una condena por unanimidad (3-0), por mayoría de 2-1 (que abre un abanico más amplio de recursos) o incluso -la menos barajada de las hipótesis- una absolución.
En materia electoral, una condena por corrupción tornaría a Lula “inelegible”, según la legislación brasileña, aunque también caben recursos que le permitirían ganar tiempo.
“Si fuese condenado, es probable que la Justicia Electoral lo declare inelegible”, manifestó Henrique Neves da Silva, exintegrante del Tribunal Superior Electoral de Brasil.
Pero aun condenado, el exmandatario podría llegar a presentar su candidatura, amparado en medidas cautelares de tribunales superiores.
Esta situación, así como los seis procesos judiciales en curso contra el expresidente, aumentan aún más la incertidumbre sobre lo que pasará en las elecciones, para las que el PT afirma no tener un plan B si Lula es descalificado.
El exdirigente sindical se proclama inocente y denuncia una conspiración de las élites para evitar que vuelva a ser presidente.