Obras del Canal de Panamá siguen a baja intensidad

Estado dejaría de recibir cerca de $400 millones si obras se paralizan

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ciudad de Panamá

Las obras de ampliación del Canal de Panamá siguieron este lunes, aunque a baja intensidad, pese a haberse cumplido el plazo que dio el consorcio encargado a la administración de la vía para que le pague sobrecostos multimillonarios para continuar las tareas.

"Siguen trabajando a baja intensidad como la semana pasada", dijo este lunes el administrador del Canal, Jorge Quijano.

El funcionario calcula que la actividad podría estar por debajo del 30%.

Grupos Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la empresa española Sacyr y formado también por la italiana Salini Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña Constructora Urbana (CUSA), informó el domingo que no contemplaba paralizar las obras.

Sin embargo, aclaró podrá evaluar la situación y tomar la decisión que corresponda en cualquier momento.

El consorcio amenazó el 30 de diciembre con suspender las obras si antes de este 20 de enero la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) no le reconocía un sobrecosto de $1.600 millones sobre el valor original de la construcción del tercer juego de esclusas. Éste tiene un valor total de $3.200 millones y es el principal proyecto de la ampliación, de un costo total de $5.250 millones.

El conflicto llegó hasta la Comisión Europea, cuyo vicepresidente, Antonio Tajani, anunció que mediaría en la crisis.

“Se busca una solución financiera para que las empresas resuelvan el problema de liquidez inmediato y la obra pueda continuar al ritmo previsto", declaró este lunes el canciller español, José Manuel García-Margallo.

En este marco, está prevista para el martes una reunión de GUPC y la ACP con la aseguradora Zürich América International sobre la fianza de $600 millones que salvaguarda la construcción del juego de esclusas.

"La reunión con la aseguradora puede aclarar algunas cosas", dijo el ministro del Canal, Roberto Roy. El funcionario confirmó que si bien GUPC seguía con las obras, lo hacía a menor ritmo.

Este lunes, enormes grúas, andamios, camiones y otros equipo pesados de construcción podían ser observados en una enorme zanja, pero la cantidad de trabajadores se había reducido considerablemente.

El líder sindical de la construcción, Saúl Méndez, afirmó que hay "incertidumbre" entre los trabajadores porque la empresa no les ha comunicado si van a parar o no la obra.

GUPC asegura que los sobrecostos los generaron imprevistos e informes geológicos erróneos de la ACP. Entre tanto, la ACP sostiene que el consorcio tuvo 14 meses para hacer sus propios estudios y que una suspensión de los trabajos carece de sustento.

La ampliación comenzó en el 2009 y debía finalizar en el 2014, cuando el Canal -inaugurado el 15 de agosto de 1914 por Estados Unidos- cumple 100 años. Sin embargo, con un retraso acumulado de nueve meses -lleva un avance global del 72% y de 65% en las esclusas- ahora se espera que concluya en junio del 2015.

En la demora incidieron discrepancias sobre el cemento, que según la ACP no cumplía los requisitos.

Al concursar por el proyecto, GUPC presentó una oferta con un precio muy por debajo del de sus competidores.

"Se sabía que no podía costar $5.250 millones. Desde el inicio se le mintió al país. Era la gran estafa", comentó el sindicalista.

Un nuevo retraso hace perder a Panamá ingresos proyectados de la ampliación, gracias a la cual pasarán por el canal superbuques con más de 12.000 contenedores, el triple de carga de los actuales.

El Canal aporta a Panamá unos $960 millones anuales, cerca del 10% de los ingresos fiscales totales. Se estima entre $300 y $400 millones lo que dejaría de recibir el país en caso de paralización de las obras.

Según analistas, asumir los costos para concluir la obra implicará para el Estado endeudamiento, recortes presupuestarios o aumento de impuestos.

"Es un un golpe importante a la economía. Calculo que la ampliación costará $2.000 millones más", dijo el economista Francisco Bustamante, exfuncionario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El retraso no sólo impactaría en Panamá. La obra llevó a Estados Unidos a adaptar sus puertos del Golfo de México y de la costa este con inversiones millonarias para dar cabida a los nuevos cargueros que pasarán por Panamá.

"Se afectará a los armadores y habrá que reorganizar rutas y carga que ya estaban previstas", agregó Bustamante.

Un 5% del comercio mundial pasa por el Canal. Su ampliación permitirá que circulen 600 millones de toneladas al año frente a las 300 actuales. Sus principales clientes son Estados Unidos y China.