Nueva Caledonia decide su futuro: independizarse o seguir con Francia

Según los sondeos, el “No” es la opción favorita y saldría vencedora con un porcentaje de votos en una horquilla entre 63% y 75%.

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Numea. ¿Francia o una Nueva Caledonia independiente? Los habitantes de esta antigua colonia francesa del Pacífico deciden este domingo su futuro en un histórico referendo de independencia en el que el “No” a la secesión parte como opción favorita, según los sondeos.

Unos 175.000 electores habitantes de este archipiélago del Pacífico, situado a unos 1.500 kilómetros al este de Australia, responderán con un “Sí” o un “No” a la pregunta sobre si quieren que “Nueva Caledonia acceda a la plena soberanía y sea independiente”.

Según los sondeos, el “No” es la opción favorita y saldría vencedora con un porcentaje de votos en una horquilla entre 63% y 75%.

El referendo de este domingo representa la culminación de 30 años de descolonización de Nueva Caledonia, donde Francia se estableció en 1853 y que dispone de una de las mayores reservas de níquel en el mundo.

“Francia quiere que gane el “No”, pero también lo desean Australia y Nueva Zelanda que ven en ella (Nueva Caledonia) una garantía de la presencia europea en la región. El expansionismo chino les preocupa”, analiza Patrice Jean, catedrático universitario en la capital Noumea, en una entrevista para el diario “La Gazette des Communes”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, mantiene oficialmente una posición neutral y no quiso “tomar partido” durante la campaña del referendo.

No obstante, Macron aseguró que “Francia sería menos bella sin Nueva Caledonia”, durante una visita en mayo a Numea, unas declaraciones que reflejaban el carácter estratégico de este archipiélago, que las autoridades francesas no quieren perder.

Macron hará el domingo una declaración en público tras el anuncio de los resultados.

“Una campaña muy tranquila”

El referendo previsto tras el acuerdo de Numea de 1998 también debe servir para reconciliar al pueblo autóctono de los canacos, que representan menos del 40% de la población, con los caldoches de origen europeo.

Durante la década de 1980, se produjo una sucesión de confrontaciones violentas en Nueva Caledonia, cuyo episodio más trágico fue la toma de gendarmes como rehenes en la isla de Uvea en mayo de 1988, en la que murieron 25 personas, entre los cuales 19 independentistas canacos.

En cambio, la calma ha imperado durante la campaña del referendo.

Mientras que las provincias del Norte y en las Islas de la Lealtad, de mayoría independentista, están llenas de banderas separatistas, los partidarios de la unidad con Francia prácticamente no han colgado banderas tricolores.

“Se trata de un momento histórico que todo el mundo esperaba, pero de forma paradojal ha perdido intensidad”, explica Pierre-Christophe Pantz, doctor en geopolítica.

¿Qué pasará si gana el ‘Sí’?

Todos los sondeos anuncian una victoria clara del no, con un porcentaje comprendido entre 63 y 75% de los votos. Si se impone el sí, Nueva Caledonia se convertirá en un Estado soberano, como ocurrió con Yibuti en 1977 y con Vanuatu en 1980.

Esta independencia se traduciría en el traspaso de competencias (seguridad, orden público, moneda, justicia) y el acceso a “un estatus internacional de plena responsabilidad”, explicó Matignon. Las transferencias financieras del Estado francés (1.300 millones de euros por año) “quedarán caducas”.

“La nueva organización de los poderes públicos que resultan del acceso a la independencia no se hará efectiva, sin embargo, al día siguiente del referéndum” y Francia “no se retirará brutalmente”. Habrá “un periodo de transición”.

¿Y si gana el ‘No’?

Nueva Caledonia seguirá siendo una colectividad francesa. La población conservará la nacionalidad y la ciudadanía francesa y europea y el Estado francés seguirá ejerciendo competencias.

Las elecciones provinciales (para renovar el congreso de Nueva Caledonia) se celebrarán como está previsto, en mayo de 2019. Al final de estos comicios, si un tercio de los miembros del congreso lo pide, se celebrará un segundo referendo dentro de 18 meses. Si vuelve a imponerse el ‘No’, todavía podría haber un tercero. Muchos partidarios de seguir en la República francesa quieren que la consulta del domingo sea la última en caso de una victoria aplastante del ‘No’.

¿Quién puede votar?

El acuerdo de Numea limita el censo electoral para el referéndum: 174.154 votantes de Nueva Caledonia, considerados los más "concernidos" en un territorio marcado por una fuerte inmigración de paso (funcionarios por unos años, etc.), decidirán si mantienen o no al archipiélago en el seno de la República.

En las elecciones presidenciales, legislativas y municipales son un total de 210.105 votantes. Para votar hay que justificar una residencia continuada en Nueva Caledonia desde al menos el 31 de diciembre de 1994.

El cuerpo electoral es un tema delicado porque los independentistas canacos acusan a Francia de haber “ahogado” en el pasado su reivindicación mediante una “inmigración masiva”. Todas las partes acordaron la inscripción de oficio para el referendo de los nativos (tanto los canacos como los que no lo son) que hasta ahora nunca figuraron en listas electorales. Solo el Partido Laborista (independentistas radicales), que llamó a no votar, denuncia la composición de esta lista para la consulta popular.

Como Caledonia figura en la lista de la ONU de países por descolonizar, varios observadores de esta organización vigilarán el referendo. También habrá 250 “delegados” enviados por el Estado.